GALILEA LA TIERRRA DE DIOS

Los antecedentes de la celebración de la Natividad son de carácter religioso y están sujetos a las manifestaciones culturales de los pueblos paganos y cristianos. La Navidad venía así a ocupar el lugar que todavía llenaban las fiestas saturnales -en estas festividades se repartían regalos a los niños y a los pobres, no estaba permitido hacer la guerra ni propinar castigos- de Roma. Durante cientos de años no se celebró el nacimiento de Jesús -sólo, la Pascua de Resurección- y fue, concretamente, en el 345 D.C, cuando empezó a conmemorarse el nacimiento de Cristo. Aún así, hasta el año 345, la Iglesia no proclamó el día 25 de diciembre como la fecha de la Natividad. la conmemoración de un hecho histórico. El nacimiento de Jesús, en un tiempo y un lugar determinado.
  
Siguiendo las huellas de Jesús
Belén, la Casa del Pan, la tierra de Booz y de Rhut, de Raquel y de David. Y el pueblo de José, el carpintero de Nazaret, que - obedeciendo a un edicto del César Augusto- bajó, un día, a empadronarse… recorriendo el mismo camino que esta Navidad visitamos, a través de bellas y vibrantes imágenes... Acercarnos a estos rincones, recorrer los senderos por los que Él pisara, contemplar una puesta de sol en el mar de Galilea y admirar la majestuosidad del monte Tabor es la mejor forma de comprobar que la Biblia está viva.

Viajar a Tierra Santa
Esta tierra es la tierra de Dios cuando un día eligió nacer y morir. La tierra que pisó Jesús cuando se convirtió en un hombre más y cuando se hizo uno de tantos para salvar a todos… La tierra donde Dios, el hombre que era amigo del polvo de los caminos ,caminó, también, sobre las olas del mar.
  No olvidamos que este pueblo, en cuya posada no encontraron un día albergue ni José ni María, ha sido conquistado y reconquistado, edificado y arrasado por imperios. Romanos y persas, otomanos, mahometanos, cruzados. Todos pasaron por aquí y todos dejaron su huella, aunque ninguna pudo borrar las de Jesús.