Un amor marcado por la tragedia
Nada crea más leyenda que una historia con tintes trágicos. Y este es el caso de Clark Gable y Carole Lombard. Quizá por la divertida y atípica forma en la que comenzó su romance o todo lo contrario, por el dramático final que tuvo, la pareja se convirtió en todo un mito, superando incluso su condición de estrellas de la gran pantalla. Tras haber saltado al mundo del cine a mediados de los años veinte, Gable reinaba en Hollywood y su presencia ayudaba a la consolidación de la Edad de Oro del celuloide: galán masculino, viril, irresistible, irónico y socarrón, lo que en otros hubiese sido un defecto (tenía unas orejas demasiado prominentes), en él se convertía en virtud admirada por el público femenino, que caía rendido a sus pies. Clark Gable y Carole Lombard se conocieron en la única película que la pareja rodó junta, No man of her own en 1932 pero su romance comenzó años más tarde. |
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