Una ruta gourmet para comerte los Picos de Europa

Nos vamos de viaje por el concejo de Cabrales siguiendo el rastro de su famoso queso y descubriendo en este entorno de montañas gigantescas desde las cuevas donde se conserva el que dicen es el mejor queso azul del mundo hasta los pueblos diminutos y los paisajes de vértigo que encierra este paraíso natural asturiano.

por Javier Prieto Gallego

Dicen los estudiosos que la fama del queso de Cabrales no es nueva ni moderna. Y que su forma de elaboración y sus bondades gastronómicas viene de antiguo. Su origen está relacionado con los largos meses que los pastores pasaban en los altos pastos de montaña junto a su ganado, habitualmente entre marzo y octubre, desde que la nieve dejaba ver la hierba para que el ganado se alimentara hasta que volvía a taparla. En esas circunstancias, el queso fue la solución para el aprovechamiento de la leche en periodos largos de tiempo. Picos de Europa, en Asturias, es un territorio rico en cavidades y fue su almacenamiento en pequeñas cuevas, con unas determinadas condiciones de ventilación, temperatura y humedad, lo que acabó por alumbrar un queso con Denominación de Origen desde 1981. Seguimos su aroma para adentrarnos en este territorio.

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LA VISITA A LA CUEVA-EXPOSICIÓN
La primera visita debe llevar a Arenas de Cabrales, concretamente al barrio Cares, donde se encuentra esta cueva-exposición en la que podrás adentrarte y conocer de primer mano las singularidades que han hecho de este queso uno de los productos más destacados de la gastronomía asturiana. El recorrido por ella es guiado y a lo largo de él se explica pormenorizadamente todo el proceso de elaboración del mismo, además de multitud de curiosidades, como los soplaos, las corrientes de aire naturales que provocan la aparición del hongo Penicillium roqueforti, fundamental para la maduración característica del queso. Después del recorrido por esta cueva natural de maduración semejante a las que se localizan en el entorno de los Picos de Europa, hay una proyección audiovisual para acabar degustando el sabroso queso.

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POR EL CORAZÓN DE LOS PICOS DE EUROPA
La suerte que tiene el concejo de Cabrales es que no solo puede presumir de queso, también es una de las vías de penetración más espectaculares de los Picos de Europa. Recorrerlo detenidamente es un sin parar de vistas espectaculares, muestras de sencillo arte montañés y pequeños pueblos enclavados muchos de ellos en rincones a los que solo se podía llegar a pie hasta hace unas pocas décadas. A uno y otro lado, la AS-114 es el eje vertebrador.

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DE PUEBLO EN PUEBLO
Berodia, Inguanzo, Carreña, Asiego, Poo o Arangas tienen rincones de interés, aunque Arenas -Las Arenas para los de la tierra-, además de la cueva-exposición, tiene un rico legado patrimonial del que destacan la iglesia románica de Santa María de Llás o el palacio de los Mestas y Cossio. Pero la carretera prosigue en un culebreo de vértigo hacia el corazón del macizo Central de los Picos, el de Los Urrieles. Se culmina un primer tramo al alcanzar Puente Poncebos (Poncebos), en el extremo septentrional del recorrido por la garganta del Cares que muchos empiezan en Caín, en la parte leonesa de los Picos. A la vista del totémico Naranjo de Bulnes merece la pena trepar desde aquí, el puñado de revueltas que suben hasta Camarmeña, aldea sin acceso en coche hasta hace nada, en cuyas alturas un mirador con vistas al Naranjo rinde homenaje a los pioneros del montañismo.

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EN FUNICULAR A LAS ALTURAS
Otra opción que se brinda desde Puente Poncebos es alcanzar, en siete minutos de funicular, el Barrio de Abajo de la localidad de Bulnes. El de Arriba, también llamado Castillo, se alcanza en otros 500 metros de subida a pie. Pero la excursión en coche puede prolongarse bastante más si se continúa en compañía del río Duje hacia las alturas de Tielve, el enriscado pueblo de Sotres –el más alto de los Picos de Europa- o, el ya cántabro, Tresviso donde la carretera muere porque resulta imposible ir más allá.

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NO DEJES DE… Apuntarte a la Ruta del Quesu y la Sidra. Una entusiasta iniciativa mediante la que es posible completar una jornada en torno a estos dos elementos clave de la gastronomía asturiana. Las visitas recorren el entorno de la aldea de Asiego y hace parada, entre otros espacios, en una quesería, donde se explica la elaboración del queso, una cueva de maduración y un lagar tradicional. Se finaliza con una espicha, reunión típica asturiana que tiene lugar en el lagar y en el que la sidra acompaña una comida con queso de cabrales y otros productos tradicionales (rutalquesuylasidra).

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GUÍA PRÁCTICA

CUÁNDO IR
El último domingo de agosto tiene lugar el Certamen del Queso de Cabrales en Arenas de Cabrales, una multitudinaria feria llena de actos lúdicos y culturales en torno a este producto gastronómico.

DÓNDE DORMIR
PICOS DE EUROPA (Arenas de Cabrales, hotelpicosdeuropa.com). En el centro de la localidad y con un impresionante paisaje desde la piscina y el jardín.
LA TAHONA DE BELMES (Alles, latahonadebesnes.es). Conjunto de casas rurales y hotel ubicados en antiguas viviendas, molinos y pajares en un minúsculo pueblo.
CAEACLAVELES (La Pereda de Llanes, caeaclaveles.com). Una exclusiva casa-hotel contemporánea galardonada que es también el estudio de la artista Emma Fernández, que ha buscado la inspiración en la naturaleza que le rodea.

DÓNDE COMER
CASA SAGÜES (Arenas de Cabrales, tel. 985 84 66 56). Especialidad en quesos autóctonos y para continuar, el cabritu al horno de Cabrales hecho con mimo.
ARBIDEL (Ribadesella, arbidel.com). Recomendables en este premiado restaurante a precio asequible sus bocartes rellenos con crema suave de cabrales y vinagreta de manzana y tomillo.
CASA JULIÁN (Niserias, casajulian.com). Antigua casa de comidas que es ya un clásico en la zona por el trato familiar, la calidad de su cocina tradicional y su emplazamiento sobre el embalse de Niserias.