Winterthur, una pequeña ciudad suiza para descubrir en un fin de semana

Tiene la zona peatonal continua más grande de Europa, una agenda cultural de lo más animada, ¡17 museos!, elegantes casas señoriales, mercados, parques y jardines y a su alrededor, un entorno de bosques, viñedos, cataratas y castillos ideales para ir de excursión. La que fuera una pequeña ciudad de gran tradición industrial hoy es perfecta para perderse un par de días en ella.

por hola.com

UNA MAÑANA EN EL MERCADO
El de artesanía, el de San Martín, en Winterthur no hay semana sin un mercado especial. Y luego están los fijos de los martes, los viernes, los sábados… que invitan a perderse entre puestos de alimentación y flores. Es un buen aliciente para un primer paseo por el casco medieval de esta ciudad de Suiza, pero si lo que quieres es llegar a los puntos de interés más importantes nada como descargarte una guía multimedia para hacer un recorrido de unas dos horas y toparte además con sorpresas como fuentes escondidas y patios con mucho encanto.

COMIDA EN GEORGE
Qué mejor que disfrutar de la primera comida en Winterthur en un lugar con mucho arte: el Museo de la Fotografía. Después de hacer una incursión en las salas de este innovador centro hay que entrar en el bistró George para probar su artística cocina. Sus exquisitas especialidades son lo más parecido a una obra de arte que podría formar parte del museo. Para acabar, obligado es tomar un dulce, que por algo dicen que aquí se comen los mejores pasteles y las galletas de la ciudad.

ROSAS EN LA COLINA HEILIGBERG
Una pequeña subida lleva hasta esta colina en el que, entre un imponente arbolado de robles y hayas, crecen más de 300 variedades de rosas: de Damasco, Portland, Bourbon, las rosas musgo. Además de la experiencia aromática, el lugar es perfecto para contemplar una de las mejores panorámicas de la ciudad desde las alturas.

¡A EXPERIMENTAR!
Una tarde dedicada a… jugar, ¡qué divertido! Esto es lo que propone Technorama, más de 500 estaciones de experimentación sobre ciencias naturales y técnicas. Aquí es obligatorio tocar. Un centro dedicado a la ciencia donde participar además en espectáculos y talleres en vivo.

PARA CENAR
Lo que era el Boilerroom, la sala de calderas de la antigua central térmica de Sulzerareal es hoy un singular local donde se sirven una de las mejores hamburguesas de la ciudad bajo unos techos de 18 metros de altura. Además de fusionar el ambiente de antaño con elementos contemporáneos, también es un lugar ideal para disfrutar de conciertos, copas y cócteles.

LA EXPERIENCIA DE DORMIR EN UNA FÁBRICA
En el típico edificio de ladrillos de la antigua fábrica de Gebrüder Sulzer antaño se construían motores para barcos de todos los mares. Ese lugar es ahora el Hostel Depot 195, un curioso alojamiento a pocos minutos de la estación principal de tren inmerso en la zona urbana más vibrante de la ciudad.

UN DESAYUNO MUY DULCE
No hay visita a Winterthur que no incluya entrar en su famosa confitería Vollenweider en cualquiera de sus dos direcciones, la de la calle Marktgasee y la de Stadthausstrasse. Una deliciosa pastelería con una estilosa decoración cuyos pasteles y coloridos macarons hacen la delicia de todos los amantes del dulce.

POR EL BARRIO DE MODA
El que fuera el antiguo barrio industrial de Sulzerareal es hoy una zona ejemplar donde la gente trabaja, estudia y convive pacíficamente. Un paseo por él permite acercarse a un emocionante capítulo de la historia industrial de la ciudad.

VISTAS DE ALTURA
Conviene un poco de movimiento, así que nada como ascender la escalera más larga de la ciudad. Tiene 425 metros y lleva hasta lo alto de mirador Baümli. El esfuerzo una vez arriba habrá merecido la pena, porque a esa altura se obtienen unas excelentes vistas de los tejados del casco antiguo de Winterthur y a los Alpes. Si se acompaña tomando un refresco en el jardín del restaurante Goldenberg mejor que mejor.

UNA RUTA EN BICICLETA
Para bajar la comida, una buena opción es alquilar una bicicleta y recorrer algunos de los 175 kilómetros de carriles bici señalizados de la ciudad y alrededores, que por algo Winterthur es una de las fundadoras de Cities for Cyclists. Otra opción es tomar un tren que en 20 minutos lleva a disfrutar de las mayores cataratas de Europa, las del Rin. Para no perderse nada del espectáculo nada mejor que subirse a uno de los barcos que parten del castillo de Wörth y del de Laufen y acercan a estas caídas de 23 metros de altura sobre las profundidades.

CENA EN EL ROTER TURN
El último piso del llamativo edificio rojo que despunta sobre la ciudad acoge el restaurante Roter Turm, perfecto para tomar un cóctel a 90 metros del suelo o cenar con la ciudad abajo iluminada. Otra opción es el restaurante del Casinotheater, que propone una cocina fresca, de temporada y ecológica que, en verano, se disfruta en una acogedora terraza entre árboles.

UNA COPA EN EL LUX BAR
La luz es la protagonista de este bar iluminado situado en el número 73 de la calle Technikumstrasse 73 cuya barra de mármol está iluminada por más de 50.000 diodos. Todo un derroche de energía para acabar la noche en el local de moda.

LOS CONSEJOS DE…
Y si quieres seguir las recomendaciones de uno de los mejores embajadores de su ciudad natal, la directora de hotel Marica Nietlispach da pistas para conocer tres de sus lugares favoritos: una ruta en bicicleta por la ribera de los ríos Thur o Töss con el agua como guía; a las afueras, la zona verde que rodea el Schützenweiher, con su orilla cubierta de densos arbustos, patos graznando y nenúfares flotando sobre el agua. Y muy cerca de la estación, hacer una visita al Lina’s Bar, un bar que le gusta frecuentar por su decoración y su entorno agradable y cercano.

Más información
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