Una guía de Ginebra con 13 imprescindibles para no dejarte nada por hacer

En uno de los mejores escenarios posibles, a orillas del lago Lemán y con vistas a los Alpes, se esconde, detrás de su sofisticada fachada, una ciudad vibrante, joven y de lo más internacional a la que habrá que dedicarle al menos tres días para captar su esencia. Aquí van un puñado de pistas y recomendaciones.

por hola.com

UN PASEO EN SEGWAY
¿Por qué no tomar el primer contacto con Ginebra de una manera original? Os proponemos un recorrido en segway, que además de ser un medio de transporte de lo más ecológico también es económico. Así es posible cruzar sin esfuerzo las calles del casco antiguo de esta ciudad bañada por el río Ródano. Empresas como City Wheels (citywheels.ch) organizan este tipo de actividades.

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CONOCER LA CUNA DE INTERNET
¿Sabes dónde nació Internet? Para descubrirlo tienes que acercarte al CERN, uno de los centros de investigación más grandes y con más renombre del mundo, donde se inventó en 1989 esta red de comunicación. En él se han hecho descubrimientos tan fascinantes como el bosón de Higgs, la “partícula de Díos”.

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A PIE CON UNA AUDIOGUÍA
Para tener una idea completa de esta ciudad de Suiza nada mejor que echar mano de una audioguía y recorrer a pie los dos mundos diferentes que conviven en Ginebra: el animado casco antiguo y el barrio de las organizaciones internacionales. Un itinerario en el que emplear unas dos horas disfrutando del paseo a tu ritmo.

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ASALTAR LA ISLA
Cuando acaba el día habrá que imitar a los habitantes de Ginebra y cruzar el puente de l’Île para llegar a la minúscula isla situada entre las dos orillas del Ródano. Así celebran ellos el fin de la jornada. La Brasserie des Halles de l’île (brasseriedeshallesdelile.ch), en los antiguos almacenes, es uno de los puntos de encuentro favoritos. Un lugar decorado con gusto para cenar especialidades y vinos locales o tomar una sofisticada copa los fines de semana con música moderna de fondo en un ambiente relajado.

LA RUTA DE LOS RELOJES DE LUJO
El Geneve Watch Tour (genevawatchtour.com) recorre el casco antiguo, al que asoman unas cien tiendas – Audemars, Piaget, TagHeuer o Corum son algunas de las recomendadas- y una docena de monumentos históricos que adornan el camino por la historia de la relojería, como el reloj de sol situado al lado del puente de Mont Blanc o La Cité du Temps, un lugar de culto para los fans de Swatch.

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DE MERCADILLOS
Los sábados (y también el primer domingo de cada mes) los lugareños suelen ir al barrio de Plainspalais en busca de joyas de todo tipo: discos, libros, cuadros y ropa vintage. Para los que prefieran rebuscar en otro tipo de tiendas esperan los escaparates de las tiendas de la rue du Rhône.

LA VIDA EN TORNO AL LAGO
Los Bains des Pâquis, en el antiguo muelle del barrio de Pâquis, es uno de los lugares habituales de reunión en cualquier época del año. A pocos metros del famoso surtidor Jet d’Eau, la fuente más alta de Europa, símbolo de Ginebra, se disfruta, en verano, del sol y de los baños y, en invierno, de una sauna revitalizante con vistas al lago. Aquí está La Buvette des Bains (buvettedesbains.ch), un buen lugar a la hora de comer. Otra opción es acudir de noche y disfrutar de las luces de la ciudad reflejándose en las aguas.

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UN POCO DE ARTE MODERNO
El Quartier des Bains es uno de los ejes europeos del arte moderno gracias a sus galerías, sus salas de exposición de diseño y al MAMCO, el Museo de Arte Contemporáneo. Aprovechar para un break en los bares y restaurantes del entorno, como el Café des Bains (cafedesbains.com).

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DE VINOS
Ginebra es la tercera región vinícola más grande de Suiza y para probar algunos de los mejores caldos que salen de ella nada mejor que acercarse a la plaza du Molard, donde se sitúa Tour du Molard (tourdumolard.ch), una enoteca de varias plantas que ofrece hasta 70 especialidades, toda una intensa experiencia sensorial entre sus históricas paredes.

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EN FUNICULAR AL MONTE SALÈVE
El mejor lugar para oxigenarse es el monte Salève, que en realidad está situado en Francia y al que se llega cómodamente en funicular hasta sus 1.000 metros. Ofrece una excelente panorámica sobre el lago Lemán, el Mont-Blanc y toda la región.

UNA VISITA AL MUSEO DE LA CRUZ ROJA
Dedicado al fundador de esta organización humanitaria que tiene en Ginebra su sede, el museo queda frente al Palacio de las Naciones y su exposición ofrece una visión única de los 150 años de historia de esta institución.

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COMER A ORILLAS DEL RÓDANO
Además de para pasear, montar en bici o hacer footing, las orillas del Ródano también son un buen lugar para comer. Es en ellas donde está Le Rouge et le Blanc (lerougeblanc.ch), donde podrás tomar una comida ligera en su terraza con vistas al río y al lago antes de volver a casa.

UN PASEO POR EL JARDÍN BOTÁNICO
También es muy recomendable visitar al jardín botánico de la ciudad, que aloja más de 16.000 tipos de plantas, además de numerosas especies animales y de aves exóticas en el zoo que acoge.

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Y si quieres seguir las recomendaciones de uno de los mejores embajadores de su ciudad natal, no dejes de pasar por los tres lugares preferidos de Philipe Durandeu, chef del restaurante del lujoso hotel La Réserve (lareserve.ch). Son el Café Marius (plaza des Augustins), un lugar de encuentro para aficionados al vino en un ambiente de estilo art decó; asistir a una ópera en el Gran Théâtre, que ocupa un edificio inspirado en el Palais Garnier en París y ofrece un programa de primera calidad para los melómanos más exigentes; y un paseo por el Parc des Eaux-Vives, uno de los parques más bonitos de la ciudad con 90 hectáreas y un estanque pintoresco, pura relajación.

Más información: Suiza Turismo