Lenguado o lubina de primero y un ave como segundo, platos para un menú real

Aunque todavía no se conocen con precisión los pormenores del banquete, las posibilidades se van acotando. Mientras, todo indica que la cena de gala previa al enlace constará de 15 aperitivos y tres platos

La decisión definitiva aún no está tomada. Al menos esto es lo que asegura Carmelo Pérez, director del restaurante Jockey de Madrid, local encargado de servir el banquete de la boda real entre el príncipe Felipe y doña Letizia el próximo 22 de mayo. Junto con el vestido de la novia será probablemente uno de los pocos detalles por desvelar hasta el mismo día del enlace. Sin embargo, parece que la Casa Real va descartando posibilidades. Tras un aperitivo que se tomará de pie y en el que se ofrecerán productos típicos de todas las zonas de España (jamón, queso, alimentos de temporada...) y que durará casi tanto como la propia comida, parece lógico que el menú tan sólo se componga de dos platos y postre.

Para el primero de ellos la elección final se hará entre una lubina con bogavante o un lenguado con langostinos, mientras que, como segundo ya sólo se barajan tres opciones según Pérez: pato, pichón o capón. Así, la Casa Real sigue la recomendación de este veterano chef quien no dudó en aconsejar la opción del ave como la más idónea para la ocasión porque “en banquetes con tantos comensales es lo mejor. Se pasa menos y, si se le da el punto óptimo, gusta a todo el mundo".

Menos son los pormenores que se conocen respecto a la cena de gala que se celebrará el día anterior al enlace, que deberán preparar el dúo Adrià-Arzak para unos 400 invitados procedentes de 40 familias reales y amigos y familiares de los novios. Tal es el secretismo que incluso los célebres cocineros tienen prohibido el intercambio de ideas por mail. No obstante, lo que sí ha trascendido es que los manjares viajarán dentro de un camión desde el Casino de Madrid hasta el palacio de El Pardo. En su interior, todos los ingredientes necesarios para ofrecer entre doce y quince aperitivos y tres platos a cada comensal completando así un menú que, sin duda, generará de todo menos indiferencia entre los asistentes.

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