Como bien indica su nombre el Yoga aéreo consiste en realizar los propios ejercicios de Yoga, pero en el aire. Para ello, se enganchan unas cintas a un soporte específico y así queda un columpio o hamaca en el que realizaremos los ejercicios. Además, puede incluir unos agarres para las manos y se pueden usar también otros implementos.
Los ejercicios están basados en el propio yoga, en el circo y las acrobacias y en la gimnasia artística; intentando combinar los ejercicios de fuerza con un estado de concentración y relajación de la mente.
Con este tipo de entrenamiento, en suspensión o ingravidez, estamos en constante lucha contra la gravedad por lo que activamos toda la musculatura y reforzamos zonas de nuestro cuerpo que teníamos olvidadas.
Un dato importante es que, a pesar de que a simple vista parece algo complicado, nos indican que puede realizarlo cualquier persona ya que es adaptable a todos los niveles. En el primer nivel, nuestro cuerpo estará en contacto con el suelo o mediante un apoyo, y, a medida que subamos de nivel, se irán eliminando esos apoyos para en el nivel más avanzado quedar completamente suspendidos en el aire y realizando acrobacias.
Se ha comprobado que el yoga aéreo tiene multitud de beneficios:
- Por un lado, vamos a reforzar toda nuestra musculatura. El trabajo es del cuerpo completo y cambiaremos por completo nuestra condición física.
- Vamos a reducir en gran medida nuestro estrés: mediante música relajante, posiciones invertidas, técnicas de concentración y el balanceo, que nos aporta una sensación placentera.
- Con las posiciones invertidas, el flujo sanguíneo va hacia nuestra cabeza por lo que vamos a mejorar nuestro sistema circulatorio, previniendo enfermedades e incluso mejorando la celulitis y nuestro cuerpo se oxigenará mucho mejor.
- Mejora nuestra propiocepción, es decir, la conciencia sobre nuestro propio cuerpo.
- Se mejora también nuestro centro de gravedad y esto influye en todos los aspectos de equilibrio de nuestra vida deportiva y cotidiana.