‘Look’ de Navidad: el encanto de lo natural
Tomamos prestada la magia de la madera, la calidez de los colores neutros y el encanto de piñas y ramas para lograr un estilo navideño con espíritu ‘eco’. Nuestra inspiración es la naturaleza
¿Te imaginas sentado frente a la chimenea mientras cae la nieve? Esa idílica estampa navideña no te la podemos garantizar, pero lo que sí podemos es trasladar toda esa magia del exterior al interior de la casa.
Claves de estilo
Para lograrlo, vamos a convertir al ‘look natural’ en protagonista de nuestra Navidad. Los colores claros y neutros (con el blanco nieve a la cabeza) se convierten en nuestros mejores aliados: grises, piedras, beiges, tierras… Indispensables, nos servirán para dar pinceladas naturales en los espacios y para llenar de espíritu navideño cada rincón.
Cuestión de materiales
Son los principales ‘culpables’ de que nuestra casa en estas fiestas recuerde a un paisaje nevado en la montaña y nos traslade directamente a territorio de Papá Noel. La madera resulta el material más empleado en este estilo, ya que su imagen invernal cuenta con un valor añadido: su calidez. Presente en distintas piezas de mobiliario salta también a la decoración y la encontramos en árboles, adornos, farolillos… Las fibras y los tejidos naturales son también dos habituales de este ‘look’, ya que poseen la capacidad de transformar la vivienda en un hogar. Rodéate de piezas hechas a mano, que posean, además de belleza, una historia que contar. De esta forma, unirás la belleza del material con el poder de la artesanía, de lo creado con cariño.
Di sí a los complementos cálidos
El toque final al ‘outfit’ perfecto. Sin ellos, el conjunto estaría incompleto. Hablamos de ramas blancas, piñas, frutos secos o plantas, pero también de complementos con animales del bosque o adornos con efecto nevado. Además de proporcionar grandes dosis de calidez, logran imprimir su propio sello personal. Y si no que se lo pregunten a Colin Firth: ¿Quién no le recuerda con su jersey de reno en ‘El Diario de Bridget Jones’? Imposible resistirse a sus encantos, ni teniendo enfrente al mismísimo Hugh Grant. Sin olvidarnos de la iluminación, una luz que nos atrapa a la cálida luz de las velas, sin temor a quemarnos. Y, por supuesto, de las plantas (y decimos plantas y no flores), capaces de traer dentro de casa la frescura del campo.
En busca del árbol sencillo
Y poco ostentoso. Que cree una atmósfera idílica, pero que no nos dé dolor de cabeza al contemplar sus brillos y destellos. Apuesta por modelos en madera: pocos materiales hay que nos provoquen al mirarlos una sensación de calidez y confort como el que nos produce el haya o el pino. O si prefieres, pon un abeto natural, ya que encierra en sí mismo la belleza y la magia de los paisajes nevados.
Viste sus ramas con adornos naturales, pero no renuncies al color (estamos en una época festiva): desde el azul, que nos lleva a un bosque helado; hasta el rojo, que evoca a Papá Noel. Pero procura, siempre, buscar el equilibrio y la armonía. Las ramas del árbol no deben caer por el peso de sus bolas y objetos sino que deben parecer mecidas por el viento.