Si ya sientes que está por todas partes, desde el alumbrado de las calles hasta los mercadillos, el supermercado y los anuncios de la televisión, déjala que entre también en tu casa. Aunque el árbol y el Belén son los centros decorativos de estas fechas no renuncies al placer de vivir la Navidad desde todos los ángulos. Abre las ventanas y acomódala en tus estancias.
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Recrea un 'look' fiestas
Desde la entrada hasta el cuarto de baño, no dejes ninguna habitación sin un toque navideño. Puede ser un cojín, unas velas, unas figuritas en la ventana… No es necesario que adornes la casa como si se tratase de un árbol de Navidad, pero sí de que dejes su huella en ella. Ten en cuenta que en salón, la deco debe seguir el mismo estilo que el árbol, así lograrás mayor armonía. Y si eres de los que no quiere ponerlo, pero tampoco quieres renunciar a su magia, desde El Taller de Flores Creando con Flores proponen “utilizar coníferas de pequeño tamaño, adornadas con lazos, caramelos o cualquier otro objeto de poco peso y dimensiones reducidas”.
Tejidos y complementos que se mimetizan
No siempre tienes que acudir a adornos típicos (que también) sino que, en ocasiones, basta con cambiar los cojines del salón por otros de motivos navideños o con texturas más ricas o con algo de brillo, que pongan la nota festiva. Piensa que en estas fechas asociamos el color rojo con la Navidad, por lo que una cortina o un cojín de este tono puede convertir tu salón en un espacio típicamente navideño. En los dormitorios, cambia tu ropa de cama por otra más en sintonía con la época en la que estamos. Te sorprenderá comprobar que lejos de lo que pensabas hay modelos con estilo, que superan ese punto hortera, tan temido y en el que resulta tan fácil de caer. La clave, como en todo, debes encontrarla en el equilibrio.
Adornos con el sello de Navidad
Coronas de abeto, muérdago, angelitos, figuras de Papá Noel, una flor de Pascua, estrellas, ramas nevadas… Son los más usados en esta época. Pueden ir en la entrada de la calle, colgarse del pomo de la puerta o ponerse en el alféizar de una ventana. Para quitarles intensidad, intenta distribuirlos por las distintas estancias, así repartirás el peso visual. Y si quieres dar un toque menos formal, apuesta por objetos tradicionales, pero originales, al mismo tiempo. Con ellos te quitarás ‘la espinita’ de la decoración navideña, pero sin perder tu estilo propio.
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El embrujo de las velas
Te ayudan a crear atmósferas llenas de paz y calidez, donde sentirte a gusto. Además de en el salón son un complemento perfecto en baños e incluso cocinas. Nos permiten disfrutar de una velada a la pálida luz de las velas o salvarnos de la oscuridad.
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Su universo es (casi) infinito como su luz, las tienes con o sin portavela, pequeñas y grandes, de colores, con aromas… Puedes usarlas en solitario, apostar por originales combinaciones o incluirlas en otros elementos, como un centro de mesa.