Soluciones para conseguir un dormitorio bien decorado y en armonía
Si no tienes claro cómo decorar tu dormitorio, no te preocupes, la interiorista Verónica Delgado, de Cloud Espacios, nos da las claves a la hora de tener en cuenta los colores, el espacio, la luz, los textiles o los accesorios básicos
Uno de los espacios que más incertidumbre nos ocasiona cuando vamos a decorar —o redecorar— nuestra casa, es el dormitorio principal. Una estancia en la que vamos a pasar mucho tiempo y, lo que es más importante, el que destinaremos al descanso. Esa incertidumbre se hace aún mayor cuando somos conscientes del amplio abanico de posibilidades que hay en el mercado. Es entonces cuando surgen dudas como ¿qué estilo me apetece?, ¿qué colores serán los más adecuados?, ¿qué tipo de cama necesito?
Lo mejor es empezar por analizar la luz. Y no lo decimos nosotros, sino Verónica Delgado, interiorista de Cloud Espacios, a quien hemos querido consultar sobre cómo decorar el dormitorio: “Si el dormitorio es poco luminoso tendremos que optar por colores claros; si es frío jugaremos con los colores de los textiles para darle calidez; y, si es pequeño, hay que aligerar el ambiente con muebles que no sean muy pesados visualmente”.
En cualquier caso, para los dormitorios de matrimonio una buena opción es optar por los tonos relajados, “como los de la madera clara o los blancos. Los cabeceros tapizados en tonos neutros son una buena opción y quedan muy elegantes”, comenta Verónica.
Pero no creas que esta decoradora te va a indicar que sigas los pasos convencionales. “Tendemos a colocar el cabecero, dos mesitas de noche, lámparas... Pues bien, propongo que en lugar de seguir ese patrón nos analicemos y busquemos cuáles son nuestras necesidades prácticas, funcionales y, a partir de ahí, comencemos a diseñar nuestro dormitorio” del modo más personal posible.
Y ahora viene el primer ejemplo: “¿Para qué queremos dos mesitas? Quitan espacio y generan pesadez en el ambiente si la estancia es reducida. Hay opciones interesantes. Por ejemplo, se pueden sustituir por una pequeña balda, una pequeña mesa auxiliar sin cajones, un taburete o una silla. Quedan muy originales y nos proporcionan sitio suficiente para dejar nuestras cosas”. Lo mismo sucede con el cabecero. Si no encuentras ninguno que te guste, busca una vieja puerta en un mercadillo y colócala en horizontal, como nos recomendó hace tiempo Melania Rebull.
Respecto a la iluminación individual, “es decir, la que tenemos a los lados de la cama, una opción que me encanta son los apliques en la pared o unas pequeñas lámparas de suspensión sobre la mesita —o balda o silla— de noche”, comenta la interiorista, para quien “el efecto que vamos a conseguir en nuestra habitación será diferente y con un toque muy original”.
Pero si hay un elemento que realmente es definitivo a la hora de decorar la estancia de descanso son los textiles. “Con ellos conseguiremos calidez o frescura. Es posible ambientar la estancia según la época del año, simplemente cambiando las fundas de los cojines”.
Tanto es así que se puede optar por una buena serie de cojines a modo de cabecero “apoyados entre sí, de diferentes tamaños y tejidos. Un buen truco es tener varios en tonos neutros e introducir otro de un solo color. Éstos, a su vez, se pueden combinar con el color de las sábanas o la colcha”. O incluso del cabecero, si hemos adquirido uno que destaque por sus tonos, además de por el material o la silueta.
Un toquecito que queda “muy resultón es colocar una mantita o plaid cubriendo los pies de la cama de algún color o estampado igual o parecido que el de algún cojín o incluso del estampado del edredón o la colcha”. Eso sí, hazte con una grande, amplia, que caiga por los lados y los pies hasta tocar el suelo.
Son detalles muy sencillos y que, en cuanto se ponen en práctica y se aprende a combinar, nos ayudan a sacarle cada día un poco más de partido a la decoración de nuestro dormitorio.
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