INSPIRACIÓN 'DECO'

Cabeceros: el otro lado de la cama

Diseños que acaparan el protagonismo de los dormitorios, reivindicando su capacidad para crear espacios íntimos, confortables y llenos de atractivo. La cama no es sólo el colchón.

por hola.com

Ninguneados a la hora de montar las habitaciones, los nuevos modelos reclaman su capacidad para crear dormitorios estéticamente bellos, con grandes dosis de funcionalidad y diseñados a imagen y semejanza de sus moradores. Vienen empujando fuerte, dispuestos a recuperar su protagonismo en los dormitorios.

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Secundarios de lujo

Aunque las tendencias les han relegado a un segundo plano e, incluso, les han eliminado de un plumazo, lo cierto es que poseen un papel fundamental y tienen mucho que ofrecer en el diseño y decoración de un espacio. Cambia el cabecero de tu dormitorio y habrás renovado la imagen del ambiente más íntimo de la vivienda sin tocar el resto de componentes, ni siquiera la ropa de cama.

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Al servicio de la decoración

Su papel decorativo es fundamental, ya que se adapta tanto al estilo de la habitación como a los gustos de su inquilino. Los hay clásicos, modernos, ‘retro’, rústicos… Y todos ellos cuentan con un gran potencial y un atractivo especial. De obra, ‘pintados’ en la pared o modelos en madera, tela o hierro. Pueden ir a juego con la parte de los pies, formar una estructura única o ser un elemento independiente del resto de la cama. No importa, siguen siendo aliados de la decoración y del confort. Hay modelos que se ajustan al ancho del colchón; otros que sobresalen unos centímetros (20-40) a ambos lados; y otros que abarcan todo el plano de la pared y se convierten en una pieza con entidad propia, robando el protagonismo al resto de elementos. Su poder está en el toque mágico que poseen.

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Madera: un clásico con mil caras

Pintada, al natural, envejecida… Los cabeceros de madera son un clásico, que se integran sin problema en distintos estilos decorativos: ponen la nota más romántica en dormitorios ‘folk’; encajan en decoraciones nórdicas; otorgan carácter a atmósferas ‘retro’ o frescura a interiores rústicos. Además, los nuevos cabeceros pueden ser muchas cosas a la vez, sin renunciar a su belleza interior. Reinterpreta los diseños y exprime su potencia. Algunos son prácticas repisas, otros albergan en su interior cajones o compartimentos secretos. También pueden elevar su altura y actuar como biombos o ser a la vez cabecero, mesilla o cómoda.

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Opciones ornamentales

Di adiós a lo sencillo, hoy por hoy no tiene nada que hacer. Las camas actuales tienen mucho poder visual, en detrimento del minimalismo imperante en otras estancias de la casa. Los nuevos o renovados cabeceros adoran las formas clásicas, los tamaños XL y las florituras decorativas. El hierro, normalmente pintado de blanco, se convierte en una buena opción. Los dorados recuperan el esplendor y ponen una pincelada de ‘glamour’ y lujo.

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Pero el triunfo, sin duda, se lo llevan los cabeceros tapizados. Tradicionales –véase el capitoné– o modernos en terciopelos o algodones, suben enteros en un dormitorio que busca la calidez a través de la cama y sus componentes principales, para irse a dormir, siempre, en buena compañía.