INSPIRACIÓN DECO

Dormitorios con mucho 'charme'

Espacios donde se descansa, pero también se sueña, en los que la belleza muestra su cara más personal. Propuestas con estilo propio.

por hola.com

Cansados del estrés diario y de la rutina que nos envuelve cada día en sus redes, el dormitorio se convierte (o al menos debe intentarlo) en nuestro refugio. El rincón donde sentirse a gusto y dejar a un lado todo el ‘ruido’ exterior. Sabemos que tiene que ser práctico, que debe adaptarse a nuestras necesidades, pero por encima de todo, debe ser una prolongación de uno mismo. Eso es lo que marca la diferencia. Por una vez, en un universo decorativo donde siempre abogamos por el orden y lo funcional (el método de Marie Kondo se ha instalado en nuestra casa), nos hemos dejado llevar por las sensaciones y los sentimientos.

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Cuestión de estilo

Estilo, según el diccionario la Real Academia Española, es “gusto, elegancia o distinción de una persona o cosa”. A partir de esa definición cada uno debe buscar el suyo y encontrar aquellos objetos y muebles que te hacen feliz.

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Necesidades versus sentimientos

Para montar el dormitorio es suficiente con una cama, un buen colchón (requisito imprescindible), un armario grande (si no dispones de vestidor) y una mesilla. Después, puedes incorporar todos aquellos elementos que quieres que formen parte de tu vida. Desde una librería para tus títulos preferidos, hasta un rincón de lectura, una zona de relax o para hacer ejercicio, según tus rutinas. Así, ocupando centímetros con todas aquellas cosas (necesarias o no) de las que te gusta rodearte. Se trata de recrear un espacio en el que puedas sentirte tú mismo. Sin imposiciones, sin reglas que te dicten dónde sentarte o cómo debes coordinar la ropa de cama con las cortinas.

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Territorios personales

La primera sensación que debes sentir al traspasar su puerta es la de libertad. Libertad para elegir, para colocar, para olvidar las reglas… No importa que algunos elementos no combinen, siempre que sean tus cosas y necesites tenerlas cerca. ‘Glam’, ‘boho chic’, románticos, bohemios, aventureros, con la elegancia del Palacio de Versalles o la simplicidad de una casa de labranza. Cualquier estilo es válido, siempre que se adapte a ti. Como un cuadro en blanco, tu dormitorio se va dibujando con telas, colores y diseños con los que te sientas a gusto. Tu personalidad, al margen de tendencias, debe dominar el ambiente.

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Soñar despiertos

Si hay dos elementos básicos para crear atmósfera, sin duda, son las telas y los cuadros. Pon un tejido exuberante, rico o en colores llamativos y tu habitación cobrará vida. Coloca uno o varios dibujos, fotos o cuadros en lugares estratégicos (no siempre deben estar colgados) y lograrás poner un toque personal con un simple gesto.

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Ahora, son tendencia los estampados con flores y plantas o los paisajes tropicales; pero también los tonos serenos y las texturas más sofisticadas. Sin olvidar, el universo rosa en su versión más eléctrica. A su lado, las obras de arte inundan paredes y suelos, siendo testigos silenciosos del placer que supone regresar siempre a los brazos del sueño.

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