¿Es usted una de esas personas que ha disfrutado de lo lindo con la célebre saga de El Señor de los anillos? Rodada en Nueva Zelanda, es muy probable que haya sentido un repentino deseo de conocer los espectaculares escenarios de esta fantástica película, una de las más taquilleras de la historia del cine. Y es que este lejano país, situado justamente en las antípodas de España, encierra infinidad de atractivos que, ahora, por obra y gracia del séptimo arte, se han convertido en objeto de deseo para muchos viajeros; muy especialmente para aquellos que vayan buscando atracciones naturales y lo que hoy se conoce como turismo de aventura. En este sentido Nueva Zelanda es un verdadero paraíso.
Dividida en dos islas, la Isla Norte y la Sur, Nueva Zelanda es uno de esos países donde las cortas distancias facilitan recorrerlo sin problemas. Ya sea en coche de alquiler o utilizando el excelente transporte público del país, el turista que llegue hasta aquí descubrirá una tierra que en muchos sentidos permanece intacta, todavía sin las masificaciones turísticas que afectan a otros destinos en el mundo. Además de su espectacular naturaleza, Nueva Zelanda destaca por la curiosa mezcla cultural (maorí, europea y las influencias procedentes de las islas del Pacífico), lo que contribuye a dotarla de un particular encanto cosmopolita.
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