Rutas verdes de Formentera para recorrer a pie o en bici

La menor de las Pitiusas no solo es el último paraíso del Mediterráneo sino también un privilegiado escenario para hacer actividades al aire libre en familia. Además de estar agraciada con las aguas más cristalinas del país, los circuitos señalizados para recorrer caminando o a ritmo de pedaleo permiten descubrir su rostro más auténtico.

por Noelia Ferreiro

Formentera puede recorrerse en coche en una sola mañana. Sin embargo, a pie o en bici no solo es el modo más respetuoso de abordar la isla sino también la manera más genuina de apreciar la que durante los meses estivales es un reducto de lo más glamouroso. Perderse sin prisa por senderos ocultos, acceder a rincones imperceptibles desde la carretera y visitar el patrimonio cultural disperso por sus poblaciones ayuda a confirmar que este pequeño territorio es en realidad infinito.

Para ello existen 32 circuitos verdes debidamente señalizados (formentera.es), que suman más de 100 kilómetros de interés natural. Rutas que están especificadas en los planos turísticos disponibles en las diferentes oficinas de la isla y que gozan de distintos niveles de distancia, desnivel y dificultad. Cualquiera de estas vías de senderismo y bicicleta invitará a descubrir los grandes hitos del lugar.

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BORDEANDO LA COSTA
La ruta uno que va desde La Savina a Ses Illetes [dificulltad fácil, 50 minutos a pie, 15 minutos en bici], el paisaje estará jalonado de sabinas y pinos, de la típica vegetación de las dunas y de calas de arena blanca y aguas turquesas. Y si lo que se quiere es explorar los extremos, la meta será un icónico faro: el de Cap de Barbaria, en el punto más al sur, y el de La Mola, en el oeste, al borde de los acantilados.

RUTAS POR EL INTERIOR
Si se opta por escudriñar el interior, será fácil toparse con otros elementos que llaman la atención: higueras que crecen en horizontal con las ramas apuntaladas, torres de defensa de la época de los piratas, antiguos molinos de viento y, en las salinas, ocultas entre juncos y cañas, aves como ánades, flamencos o garzas reales. E incluso, si hay suerte, quizás sea posible descubrir alguna lagartija azul, el reptil endémico de las Pitiusas que es el símbolo de Formentera.

Son varias las rutas que parten de la capital, Sant Francesc Xavier, como la que va hasta Sant Ferrán de ses Roques [30 minutos a pie, 10 minutos en bici, nivel de dificultad media]. También en el interior la ruta que recorre la planicie de La Mola [la más larga de todas, con más de 12 kilómetros, 3 horas a pie y 60 minutos en bici, dificultad fácil]. Todas ellas son buenas muestras de esta Formentera de interior, auténtica y singular.

ACTIVIDADES NÁUTICAS
Además de las rutas verdes en Formentera hay que atreverse con las actividades náuticas, que las hay para dar y tomar, en esta isla donde las aguas apenas tienen oleaje y gozan de una temperatura agradable. Se recomienda el submarinismo en la Reserva Marina de Es Freus, donde la visibilidad es inigualable. Además, la isla es un referente para la práctica de kayak, windsurf y navegación a vela, experiencia que puede realizarse desde la Escuela Municipal de Vela (4nomadas.com), en el Estany des Peix, uno de los dos lagos existentes en Formentera, que tiene una pequeña conexión abierta al mar.  Empresas como Multiaventura M.A.T. multiaventura.com) o Wet4Fun (wet4fun.com) ofrecen actividades y cursos de aprendizaje para niños en estas disciplinas.

MUY PRÁCTICO

Para dormir...
Recomendables son el Hotel & Spa Cala Saona (hotelcalasaona.com), ubicado en uno de los rincones más tranquilos de Formentera y con acceso directo a una bonita playa; el Hotel & Spa Es Marès (hotelesmares.com), elegante, exclusivo y con un lujoso diseño que recoge la esencia de la isla, y Gecko (geckobeachclub.com), a orillas de las aguas turquesas de la playa de Migjorn. Una opción cómoda y asequible es también Roca Bella (roca-bella.com), en Es Pujols, aislado al final de una bahía y a los pies de la playa, completamente integrado en el paisaje.

Para comer...
La gastronomía de Formentera, pura expresión de la cocina mediterránea, tiene su gran baza en unos productos autóctonos, entre los que destaca el peix sec (pesado secado artesanalmente con productos naturales), que es el rey. Con él se elabora el plato formenterense más típico: la ensalada payesa, que preside el amplio recetario de los fogones del lugar. A saber: calamar a la bruta (con butifarra y sobrasada), frit de bestiar (con cordero y verduras) y postres deliciosos como la greixonera o el flaó.

Para comer rico y en primera línea del mar se recomienda Es Còdol Foradat (tel. 971 32 82 81), en Migjorn, y Es Caló (restauranteescalo.com), en la cala del mismo nombre. También, para los más gourmet, hay un lugar en la isla: Can Dani (candaniformentera.com), el establecimiento que atesora la primera estrella Michelin pitiusa.