Hvar, la isla croata que encandila a Beyoncé

A ella no solo le dedicó un videoclip, también el nombre de su hija, Blue Ivy, fue elegido en su honor. Es la isla más célebre de la costa dálmata por sus horas de sol, sus aguas increíblemente azules y su animada vida nocturna, pero solo una de las más de mil que salpican el litoral croata. Navegando por él te descubrimos esta y otras imprescindibles.

por hola.com

Con tan solo 68 kilómetros de largo por 11 de ancho, Hvar apenas es un pequeño reducto en los más de 6.000 kilómetros de costa que de norte a sur posee Croacia, y sin embargo, tiene nombre propio entre la jet set. Bien lo saben celebrities de la talla de Gwyneth Paltrow, Ashley Judd, Eva Longoria y, sobre todo, Beyoncé, que desde que la visitó junto a su marido Jay-Z estando embarazada de su hija, la isla pasaría a formar parte de su vida para siempre. Tanto es así que la niña fue bautizada con el nombre de la hiedra de color azul claro autóctona conocida como blue ivy, la misma que trepaba por el tronco al que la artista norteamericana se abrazada en el videoclip que rodó en Hvar. Así que para devolverle el detalle y como gesto de agradecimiento, la niña fue distinguida con el título de Ciudadana de Honor.

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A Hvar, la que llaman la Capri croata, y algunos otros comparan con Ibiza o Saint-Tropez, se llega en catamarán desde Split en solo una hora o alquilando un velero con amigos por las tranquilas y cristalinas aguas del Adriático; los más pudientes, claro, en yate privado. Así, navegando por las cristalinas aguas que la rodean se puede pasar el día, es la única forma de llegar a calas inaccesibles por tierra; también disfrutando de sus horas de sol –hasta 2.700 cuentan al año- y respirando su aroma a lavanda fresca, brezo y romero, pero cuando llega la tarde de lo que hay que disfrutar es del encantador conjunto urbano de Hvar, con sus casas de piedra caliza trepando por el anfiteatro natural al que se asoman, coronado en lo más alto por una fortaleza medieval, Fortica Španjola, desde la que se contemplan una vistas fabulosas sobre el mar. Y, más tarde aún, del ambiente del beach club más popular de la isla, el Hula-Hula Hvar, ante el que Beyoncé cayó rendida y en el que tomar un cóctel con música de dj’s hasta la puesta de sol.

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DE ISLA EN ISLA
Además de Hvar, el tramo de costa que va desde Rijeka a Dubrovnik descubre otros auténticos paraísos para la navegación. Al norte, la bahía de Kvarner, con la posibilidad de ir combinando islas imprescindibles como las de Krk, Cres, Losinj, Rab o Pag, con otras mucho más pequeñas y anónimas. Y más al sur, partiendo de la preciosa Split se puede también poner rumbo hacia las islas de la archifamosa Costa Dálmata, en la que habrá que optar entre surcar a vela el árido y solitario archipiélago de las Kornati, o decantarse por islas con tanta historia a sus espaldas como Korcula, la patria chica de Marco Polo; o Brac, donde combinar sus recoletas ciudades pesqueras y pueblitos de piedra con escenarios naturales de la talla de Zlatni Rat, en Bol, ese “Cabo Dorado” de arena que muchos alaban como la playa más bella de todo el país.

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SUS MEJORES PLAYAS
Muchas otras playas también intentan rivalizar con ella, cada una con su particular encanto, como Stomarica, también en la región de Split, situada en la bonita bahía del mismo nombre. En la isla de Rab está otra de las playas más afamadas de Croacia, la de Rajska, y por la carretera que une Opatija y Labin se llega a la de Medveja. Para familias, por su poca profundidad, la playa Jaz, en Zadar, es perfecta. Para noctívagos, las de Zrce, en la localidad de Novalja de la isla de Pag, y Carpe Diem, en la famosa isla de Hvar. Y por su decorado de fondo, la ciudad amurallada de Dubrovnik, la playa Banje. En esta misma región en el sur de Dalmacia, también merece una visita la playa Mlini, en la localidad que lleva su nombre. Y en el norte, en la península de Istria, la de Lanterna y la naturista de Funtana.

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También es posible encontrar en sus más de mil islas, otras calas recónditas y solitarias y más de 1.500 bahías que sirven como puertos naturales. La salvaje bahía de Gustinja en Rovinj; la de San Iván en la bella isla de Cres. En Dalmacia, oculta entre las rocas, está la playa Stiniva, en la isla de Vis, y en la pequeña isla de Proizd hay otras paradisíacas. Un puñado de imprescindibles para pasarse unas auténticas vacaciones junto al mar.

Más información
Oficina de Turismo de Croacia
y visitacroaciablog.es