La postura en la que duermes puede acelerar la aparición de arrugas en la piel
Un sueño reparador es imprescindible para afrontar las tareas del día siguiente con energía y la clave para lucir una piel radiante. Pero ¿debemos tener en consideración alguna otra premisa cuando nos vamos a la cama para que nuestro cutis no envejezca prematuramente? ¿Existe una postura mejor que otra para dormir?
El viento, el frío, el sol o el maquillaje son algunos de los agentes que dañan la estructura de nuestra piel e impiden que el proceso de regeneración y renovación celular se realice adecuadamente. De ahí que los dermatólogos insistan tanto en la importancia de llevar a cabo una rutina de limpieza diaria con productos que estén adaptados a las particularidades de nuestra piel y de planificar algún tratamiento en profundidad cada cierto tiempo.
Y es que, los pasos a seguir en nuestra rutina de limpieza diaria no terminan con el desmaquillado. Después de limpiar el cutis para eliminar células muertas y el exceso de grasa, debemos aplicar el tónico para aportar luminosidad y equilibrar el pH de la piel, aplicar la mascarilla para hidratar y exfoliar e hidratar los labios. Un truco para no saltarnos esta rutina facial y que el aspecto de nuestra piel mejore es adaptar el tratamiento a nuestros gustos. Así lo recomienda Gloria Pavía, directora de Comunicación de Lush Cosmetics. “Es importante elegir productos que, además de conservar todas sus propiedades y ser lo más naturales posible, nos hagan sentir bien anímicamente, es decir, que tengan olores e ingredientes que evoquen positividad o que tengan un efecto anti estrés”.
Dormir en decúbito supino, la mejor posición para tener una piel radiante
Además de los factores medioambientales, existen otros contaminantes externos sobre los que no se hace el hincapié que merecen y que también pueden estar impidiendo que luzcamos una piel bonita, suave y sana sin que seamos conscientes. Uno de estos factores tiene que ver con la postura en la que dormimos, con adoptar una posición que no solo favorezca el drenaje de los líquidos del cuerpo, sino que también evite la aparición de aquellas arrugas que surgen debido a la presión del cuerpo contra el colchón. Pero ¿cuál es la posición más aconsejada para no sufrir envejecimiento prematuro en el cutis?
Silvia Pérez Gala, jefe de Servicio de Dermatología del Hospital La Luz de Madrid, advierte que cada caso se debe individualizar “dependiendo de factores como la constitución, la edad o la existencia de algún tipo de enfermedad (apnea del sueño, problemas de columna, insuficiencia venosa crónica, pacientes muy ancianos con problemas de movilidad...)”.
Dormir boca abajo obstruye los folículos de la piel. De esta manera no permitimos una correcta circulación sanguínea, lo que también provoca la aparición de ojeras y bolsas. Además, tendremos pleno contacto de la cara con la almohada, un lugar donde suele permanecer la suciedad y las bacterias que hemos dejado las noches anteriores.
Dormir de lado: Aunque esta postura causa menos daño a la piel que si dormimos boca abajo, tampoco es recomendable. “Puede ocasionar algunas arrugas inestéticas en la región paranasal y en la frente, que inicialmente se recuperan durante el día, pero que, con el tiempo, si se mantiene la misma postura, se llegan a cronificar”, asegura la dermatóloga. La experta también indica que existe una entidad denominada “condrodermatitis nodular del hélix” que consiste en un “bultito” doloroso en la oreja con una costra en la superficie que aparece en personas que duermen sistemáticamente apoyadas en el mismo lado y que solo se solucionan con almohadas especiales que evitan el apoyo. Además, hay una mayor probabilidad de sufrir contracturas musculares en el cuello y en la espalda
Dormir en decúbito supino (boca arriba) es la posición ideal para nuestra piel porque no se hace presión en el cutis, lo que favorece la prevención de la aparición de líneas finas y a un menor aplanamiento de los contornos faciales. Esto también se traduce en una piel más joven y suave. Sin embargo, esta postura ideal para no generar arrugas no es conveniente para la columna o las articulaciones, o para el retorno venoso. “Lo más recomendable según los fisioterapeutas es dormir de lado, en posición fetal con una almohada entre las rodillas. La postura que más lo favorece es dormir del lado izquierdo porque se deja el flujo de la vena cava inferior sin opresión”, señala la doctora Pérez Gala.
“Lo más importante, como todo es medicina, es individualizar los casos y el sentido común. Cuando somos capaces de tener un sueño reparador, también nos levantamos mucho más felices y nos sentimos la piel más luminosa... Independientemente de la postura”, concluye la experta. Y no le falta razón. Un sueño reparador es algo imprescindible para afrontar las tareas del día siguiente con energía y la clave para lucir una piel radiante libre de brotes de acné, arrugas prematuras, ojos hinchados o granitos.