Así pasa Kate sus últimos días de embarazo y así la esperan en el hospital
Agota la dulce espera en el Palacio de Kensington para poder estar cerca de la maternidad del Hospital Saint Mary cuando llegue el esperado momento
El mediático embarazo de la Duquesa de Cambridge, de nacimiento Kate Middleton, toca a su fin y es cuestión de días, incluso de horas, que se produzca el esperado nacimiento real. La esposa del príncipe Guillermo salía de cuentas entre mediados y finales de abril –fechas de grandes alegrías para los Windsor: mañana, 21 de abril, la reina Isabel cumple 89 años y la próxima semana, el 29 de abril, los Duques de Cambridge celebran su cuarto aniversario de boda- y, mientras llega el caprichoso momento de la llegada al mundo de su bebé, apura al parecer los últimos días de su dulce espera en el Palacio de Kensington en Londres, para estar cerca de la maternidad del Hospital Saint Mary de Paddington, donde ella tiene previsto dar a luz.
El Príncipe continuará entrenándose mientras tanto en su nuevo trabajo como piloto del servicio de ambulancias aéreas de la región de East Angliacon en campos de aviación de Cambridge, Norwich y Staverton en Gloucestershire. De manera que el Duque se enfrenta a un posible trayecto de hasta 200 kilómetros al hospital si recibiera la noticia de que el bebé ya está en camino durante su jornada laboral. Cuando llegue la hora, el príncipe Guillermo contará probablemente con la ayuda de una escolta policial durante su viaje y, si tiene mucha prisa, también existe la posibilidad de que se traslade en helicóptero.
El príncipe Guillermo ha estado con su mujer tanto como le ha sido posible y tanto como ella se ha dejado. Después de un áspero primer trimestre por su ataque de la denominada hiperémesis gravídica –vómitos continuados que deterioran el estado general de la gestante y que van acompañados de una pérdida de peso progresiva-, la Duquesa se ha mantenido muy ocupada el resto del embarazo. Con una apretada agenda oficial, durante todo el segundo trimestre y los dos primeros meses del tercero y, tras su baja de maternidad, desde el pasado 27 de marzo, con largos paseos matinales con su pequeño, el príncipe George, y su perro Lupo; sesiones de yoga prenatal con un entrenador personal, y visitas a la casa de sus padres en Berkshire y a su residencia de campo de Anmer Hall, para supervisar los últimos detalles de la reforma.
Por eso, aunque está previsto que dé a luz en el ala Lindo del hospital St.Mary, en Londres, otros hospitales se han puesto en lista de espera. El plan de contingencia de la pareja incluye un hospital de Norfolk, por si la Duquesa estuviera en su casa de Anmer Hall, y el Royal Berkshire Hospital de Reading, donde ella misma nació, por si se encontrara en su hogar familiar en Bucklebury cuando llegue el momento.
A las puertas de St. Mary han comenzado ya a llegar los primeros curiosos y fans de la monarquía, que se han sentado esperando que llegue el gran momento en que la pareja salga de la clínica con su hijo. Lo cierto es que, como el día es una incógnita, no se sabe el tiempo que tendrán que estar allí. ¿Irán bien preparados para una larga espera? Banderas británicas, fotografías y globos son de momento su compañía, aunque con el paso de los días seguro que son más los que se acercan hasta la zona esperando el feliz acontecimiento.
Los Cambridge no permanecerán por mucho tiempo en Londres tras el nacimiento real. La recién aumentada familia se trasladará esta vez a Anmer Hall, la propiedad de estilo georgiano de diez dormitorios que pertenece a la finca de Sandringham de la reina Isabel. Mientras que en 2013 la pareja real pasó sus primeras semanas como nuevos padres con los Middleton en Berkshire, esta vez los Duques han elegido establecerse en su reformada residencia campestre. La Duquesa, que creció en la tranquila aldea de Bucklebury, parece que quiere para sus propios hijos el mismo tipo de crianza que tuvo ella. Contará también con la ayuda de su madre, Carole, que se mudará con ella para ayudarla en el cuidado de los niños una vez termine el permiso de paternidad de dos semanas del Príncipe.