Los Duques de Cambridge regresan a la abadía de Westminster por primera vez desde su boda para celebrar el 60º aniversario de la Coronación de Isabel II

por hola.com

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Los Duques de Cambridge regresaron a la abadía de Westminster por primera vez desde su inolvidable Boda Real para celebrar el 60º aniversario de la Coronación de la reina Isabel. La visita de la feliz pareja fue aún más especial porque esperan su primer hijo para el próximo mes de julio. La Duquesa, que lució para la ocasión un elegante vestido de encaje y sobretodo de shantung en tonos nude de su diseñadora de cabecera, Jenny Packham, continúa derrochando estilo en la recta final del embarazo y, como siempre nos tiene acostumbrados, resplandeció al saludar a los admiradores de la Familia Real inglesa congregados en las calles aledañas para no perderse la procesión real. Coronó su atuendo con un tocado floral, de tul de seda y discos de organza, de la diseñadora Jane Taylor, que estrenó el año pasado en el servicio del Jubileo de Diamante; clutch y salones de LK Bennett a tono y joyas (pendientes y pulsera) de brillantes.


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Era la primera vez que los Duques de Cambridge visitaban públicamente la abadía desde su magnífica Boda Real que tuvo lugar allí hace más de dos años. Los futuros papás se dieron cita en el multitudinario Servicio de Celebración en Londres junto una nutrida representación de la Familia Real inglesa, incluidos el príncipe Carlos con su esposa, la Duquesa de Cornualles, y el Duque de Edimburgo, que acompañó a su esposa (y homenajeada), a pesar de retirarse anoche de un compromiso con la soberana por sentirse mal. También arroparon a la Reina el príncipe Harry, que entró en el templo junto a los Duques; el príncipe Andrés y sus hijas, las princesas BeatrizEugenia; la princesa Ana con su marido y su hija, Zara Phillips, que asistió con su esposo, Mike Tindall, y los Condes de Wessex.  Un total de 2.000 invitados asistieron al servicio, que fue oficiado por el Dr. Hall y contó con la música y los himnos de la Coronación, de hace seis décadas. Después de la ceremonia, la Reina y el Duque de Edimburgo, sus hijos y sus cónyuges disfrutaron de un almuerzo privado para alrededor de 100 personas en el College Hall, un salón comedor de finales del siglo XIV, ofrecido en su honor por el decano y el director de Westminster.