Máxima de Holanda reaparece tras la abdicación de la reina Beatriz: 'Es un honor tremendo seguir sus pasos'
La dimisión de Beatriz de Holanda es una abdicación feliz a diferencia de otras. Porque la Reina dice adiós con buena salud a más de tres décadas en el trono, a un glorioso reinado para los Países Bajos, y cede el Reino a la nueva generación, los Príncipes de Orange, que se encuentran completamente preparados para servir con devoción a la nación como hiciera ella a lo largo de 33 años. Y el príncipe Guillermo Alejandro, futuro Guillermo IV tras su coronación, y la princesa Máxima recogen el testigo con ánimo, con agrado, con cierta ilusión, como hemos podido percibir en la mirada de la Princesa, y en una sonrisa más tímida de lo normal, tal vez por saberse protagonista en su reaparición tras la renuncia de la todavía soberana.
La princesa Máxima agota hasta entonces sus compromisos oficiales previos a convertirse el próximo 30 de abril en Reina de Holanda. Esta mañana la aún Princesa de Orange ha pronunciado un discurso en el Hotel Hilton de Ámsterdam durante la inauguración del congreso Feeding the World (Alimentar al mundo), que se celebra hoy en la capital holandesa. Este importante encuentro está dedicado al futuro de la seguridad alimentaria y reúne a autoridades internacionales de primer nivel, así como científicos y representantes de la industria de la alimentación. La Princesa, que tras su intervención ha querido participar en alguno de los debates previstos en el programa, ha acudido como asesora del Secretario General de la ONU en materia de microfinanciación, un asunto en el que la futura soberana es una reputada experta. El discurso de la Princesa ha puesto el acento en la colaboración internacional destinada a que haya un acceso global a los alimentos de primera necesidad, incidiendo en la necesidad de que la comunidad internacional apueste por los microcréditos para estimular los sectores agrícola y ganadero.
En sus primeras palabras pronunciadas en público tras el anuncio de la abdicación de la monarca, Máxima afirmó que es "un honor tremendo" seguir los pasos de su suegra, y se mostró consciente del peso que recaerá sobre ella y su esposo después de la coronación.
La reaparición de la princesa Máxima coincide con toda suerte de especulaciones sobre el destino de las tareas laborales que hasta ahora ha venido desempeñado, así como sobre el rol institucional de la reina Beatriz una vez su abdicación sea efectiva. Fuentes de Palacio confirman que la actual soberana quiere mantener un papel relativamente prominente en la agenda oficial de la Casa Real holandesa, por lo que espera que a lo largo del año se produzcan diversas reuniones en las que se concretará la carga representantiva tanto de la futura Reina como de la que será, tras la entronización de su hijo, princesa Beatriz. Ya se escribe el nuevo futuro de Holanda.