Beatriz de Holanda, historia de un reinado
Beatriz Guillermina Armgard nació el 31 de enero de 1938 en el Palacio Soestdijk, en la localidad de Baarn, situada en el corazón de los Países Bajos. Fue la primera de las cuatro hijas de los por aquel entonces príncipes Bernardo y Juliana.
Al nacer, recibió los títulos de Princesa de los Países Bajos, Princesa de Orange Nassau y Princesa de Lippe-Biesterfeld. En mayo de 1940, al estallar la Segunda Guerra Mundial, la Familia Real Holandesa decide trasladarse a Inglaterra. Al poco tiempo de llegar a Londres, el padre de la princesa Beatriz, el príncipe Bernardo, decide que su mujer y sus hijas, Beatriz e Irene (nacida en 1939) dejen Inglaterra por motivos de seguridad . El siguiente destino de la princesa sería Ottawa, en Canadá, mientras que el príncipe Bernardo decidió quedarse en Inglaterra junto a la reina Guillermina.
El 19 de enero de 1943 nacería en Canadá la segunda hermana de la Reina, la princesa Margarita. El 9 de agosto de 1945 la Familia real holandesa regresaría del exilio, una vez declarado el fin de la guerra. En Holanda nacería la hermana pequeña de la Soberana, la princesa Cristina. Hasta el final de su etapa escolar Beatriz viviría en el Palacio Soetsdijk. Durante su estancia en Canadá, la princesa Beatriz asistiría a clases de primaria y de educación básica, que completaría, ya en suelo holandés, en el prestigioso colegio De Werkplaats.
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En 1950, la princesa ingresaría en el centro Incrementum, una dependencia del Liceo Baarns, donde obtendría el título de bachillerato en 1956. Ese mismo año, la princesa ingresa en la Universidad de Leiden, donde estudiaría diferentes de cursos de sociología, derecho, economía, historia parlamentaria, sobre el estatuto de la corona, relaciones internacionales, las Antillas Holandesas y derechos europeos. Durante estos años de estudios en la universidad, la princesa desarrollaría actividades extraacadémicas a través de la Asociación de Estudiantes Femeninas. Además, visitaba organizaciones europeas e internacionales en Ginebra, Estrasburgo, París o Bruselas. En el verano de 1959, la princesa se licencia en Derecho y dos años más tarde, recibiría su doctorado.
El 28 de junio de 1965 la reina Juliana y el príncipe Bernardo comunicaron por medio de la televisión y la radio el compromiso de su hija mayor con el diplomático alemán Claus von Amsberg.
Antes de que la boda de la Heredera se celebrara, se solicitó permiso al parlamento holandés así como al gobierno. En el otoño de 1965 tanto el Congreso como el Senado holandeses darían el visto bueno al enlace de la princesa Beatriz. Claus von Amsberg recibió en ese mismo momento la nacionalidad holandesa. La boda civil de la princesa Beatriz con Claus van Amsberg se celebró el 10 de marzo de 1966 siendo presidida por el alcalde de Ámsterdam, G. van Hall.
Tras la boda civil en el ayuntamiento de Ámsterdam se produciría el enlace religioso en la iglesia Westerkerk. Claus von Amsberg recibiría tras el matrimonio los títulos de Príncipe de los Países Bajos y Señor de Amsberg. El 6 de octubre de 2002 fallecería el príncipe Claus.
El nacimiento de los Príncipes
Los recién casados se trasladaron a vivir al castillo Drakensteyn en Lage Vuursche, donde permanecerían hasta 1981 cuando se mudaron al palacio Huis ten Bosch en La Haya. La princesa Beatriz y el príncipe Claus tuvieron tres hijos: Guillermo Alejandro (1967), Friso (1968) y Constantino (1969).
El 30 de abril de 1980, la princesa Beatriz se convertía en Reina de Holanda, tras abdicar su madre, la Reina Juliana, de 71 años de edad. La ceremonia de coronación se produjo en la Nieuwe Kerk de Ámsterdam, donde se reunieron el Congreso y el Senado para confirmar su nombramiento. Desde ese día, todos los 30 de abril se celebra el día de la Reina, como homenaje a la Reina Juliana, madre de la Reina Beatriz. En ese momento, la Familia Real se traslada al Palacio Huis ten Bosch en La Haya, capital administrativa de Holanda.
El Palacio Noordeinde se convertiría entonces en el lugar de trabajo de la Reina Beatriz. La Reina Beatriz, tiene ocho nietos, todos ellos nacidos después de la muerte del príncipe Claus. Las aficiones de la Reina Beatriz son la vela, la hípica, el tenis o esquiar. La vela, la practica en su barco De Groene Draeck, que fue un regalo del pueblo holandés en su dieciocho cumpleaños. La reina vivió uno de sus momentos más difíciles el pasado año cuando su hijo Friso quedó sepultado bajo una avalancha de nieve, El príncipe Friso continúa en coma e ingresado en un hospital londinense.
Como decíamos, la reina Beatriz tiene ocho nietos: Eloise (8 junio 2002), hija de Constantino y la princesa Laurentien; Catharina-Amalia (7 diciembre 2003), hija del Príncipe de Orange y la princesa Máxima y heredera al trono; Claus-Casimir (21 marzo 2004), hijo del príncipe Constantino y la princesa Laurentien; Luana (26 marzo 2005), hija del príncipe Friso y la princesa Mabel; Alexia (26 junio 2005), hija del príncipe de Orange y de la princesa Máxima; Leonore (3 junio 2006) hija del príncipe Constantino y la princesa Laurentien; Zaria (18 junio 2006), hija del príncipe Friso y la princesa Mabel y Ariane (10 abril 2007), hija del príncipe de Orange y la princesa Máxima.
La reina perfecta
La prensa holandesa, tras el anuncio de la abdicación de la reina Beatriz, se ha mostrado unánime en su admiración por la labor desarrollada durante sus casi 33 años de reinado. El diario de más tirada del país, De Telegraaf, abre
con el rótulo "Gracias, Majestad" y un editorial en el que califica a Beatriz de Holanda como "la reina perfecta". En el periódico De Volkskrant se califica a la Soberana como "la madre de la patria" y se resalta su importancia como factor de unión de la sociedad holandesa.
Trouw se felicita por la decisión de la reina de ceder el trono a su hijo en un momento idóneo, evitando de este modo que se de la sensación de una espera interminable para que se produzca la sucesión como, según el editorialista, ocurre en el Reino Unido. Por último, el diario AD destaca el carácter de la Reina y su inalterable disposición a servir a sus conciudadanos. "La reina Beatriz puede mirar atrás con orgullo. Su reinado sólo se puede calificar como magnífico y como ejemplo para el resto de Casas Reales", concluye el editorial del AD.