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Ferran Adrià, invitado estrella de la 'Documenta' de Kassel, fotografiado ayer en el 'Museum Fridericianum' (epicento de la feria de arte contemporáneo).
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Roger M. Buergel, director de 'Documenta' da la bienvenida al cocinero español.
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¿Cuál será el proyecto que Ferran Adrià habrá preparado para su participación en ‘Documenta’?, ¿qué performance desarrollará, qué acciones pondrá en escena, con qué sorprenderá al mundo esta vez el ‘mejor cocinero del planeta’?... Más de un año ha durado la expectación. Desde luego no era para menos; se trataba de la primera vez que la feria de arte contemporáneo más importante e influyente del mundo invitaba a un cocinero. Pero toda espera tiene su recompensa y, después de todos estos meses de especulaciones y cábalas, Adrià desveló ayer el misterio: “Mi acción es El Bulli". Así de rotundo y de coherente.
Y es que lo suyo es el arte de la experiencia. Una experiencia que, según el propio Adrià, sólo se puede vivir en ‘El Bulli’, el restaurante gerundense donde el genial chef ha desarrollado toda su labor profesional, rompiendo normas, innovando, investigando, dando a luz nuevas técnicas, teorías, y elaborando las creaciones culinarias más aplaudidas de los últimos años. Así, cuando el director de ‘Documenta’, Roger M. Buergel, invitó a Adrià a la muestra (que tiene lugar cada cinco años y cuya presente edición da comienzo en la ciudad alemana de Kassel el sábado 16 de junio) el cocinero catalán pronto comprendió que su arte no podría ser ningún montaje, ninguna proyección o performance. Por ello, en lugar de trasladar su obra a Kassel, Kassel viajaría al ‘El Bulli’.
De esta forma, dos de los asistentes que cada día acudan a la muestra en Alemania (elegidos al azar por su director, Buergel) serán invitados a cenar en el restaurante regido por Adrià y disfrutar así de toda una experiencia artístico-culinaria. En total, serán 200 los afortunados, dado que ‘Documenta’ permanecerá abierta durante un período de 100 días.
Así lo hizo saber el propio Adrià ayer en Kassel, en una intervención histórica no sólo para él sino para el mundo de la alta cocina en general. Y es que, después de muchos debates al respecto, ahora ha sido la propia gente del arte quien ha aceptado la gastronomía como una forma de expresión artística. Un hito impensable sólo unos años atrás y que, en gran parte, tiene como ‘culpable’ a un chef excepcional, trabajador, humilde y visionario llamado Ferran Adrià.
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