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"Nuestro país debe y puede apoyarse en la alta gastronomía", asegura el cocinero.
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¿Por qué cree que la cocina moderna española está ‘de moda’ en todo el mundo?, ¿es un reconocimiento tardío?
En España siempre se ha comido bien. Lo que pasa es que en los últimos 50 años de su historia ha habido problemas muy graves y quizá había otras inquietudes y cuestiones que solucionar. Una vez solucionadas, nos hemos volcado en la gastronomía teniendo como referencia, eso sí, la gastronomía francesa, que nos ha ayudado mucho y que nos ha abierto muchos caminos...
Sin embargo parece que ahora están un poco ‘resentidos’...
Yo no lo sé, yo no soy francés... Lo que sí te digo es que un Sergi Arola no hubiera existido si antes no hubiera habido un señor llamado Roger Vergé u otro llamado Pierre Gagnaire, que fueron mis referencias en un momento dado. Yo creo que tenemos que ser muy serios y no podemos entrar en esos chauvinismos que siempre hemos criticado del vecino y en los que, al final, estamos cayendo nosotros también.
Pero... a pesar de este ‘boom’, ¿somos en realidad los españoles gente abierta a probar texturas y sabores nuevos o, realmente, esto es cosa de una pequeña élite?
Yo soy optimista, yo creo que nuestro país debe y puede apoyarse en la alta gastronomía porque es lo único que podemos vender diferente al resto de países. No tenemos otra cosa para vender. No tenemos sol y playas. Conozco el suficiente sol y las suficientes playas de España como para decir que son mejores las de Túnez, o que las del sur de Italia son, por ejemplo, igual o mejores que las nuestras. Vivimos del turismo y el mejor reclamo que tenemos hoy día en España son nuestras pinacotecas, nuestra seguridad y nuestra gastronomía. Y el público que viene a ver grandes pinacotecas necesita grandes restaurantes, no chiringuitos. Pienso que cada vez tendrá más fuerza otro tipo de turismo como el cultural o el gastronómico.
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