Cocina Ext.

Sergi Arola: “En mi cocina nunca faltan las sardinas y la tensión”

El prestigioso chef catalán publica el recetario ‘Cocinar es divertido’ y Hola.com aprovecha la ocasión para mantener con él una ‘suculenta’ charla

El restaurante 'La Broche' se ha convertido en uno de los más prestigiosos de la capital.


¿Qué ingrediente no falta nunca en la cocina de Sergi Arola?
Las sardinas y... la tensión. Son dos ingredientes que no faltan nunca (ríe).

Una curiosidad... ¿existe algún sabor que deteste?
Prácticamente me gusta todo. No me gustan las cosas que considero contraculturales. No es que sean malas sino contraculturales. Por ejemplo no como ‘bichos’ (cucarachas, etc) porque mi cultura no me permite acercarme a comerlos. Yo los ‘bichos’ los he matado toda la vida, como para comérmelos ahora... Tampoco me gustan mucho los sabores excesivamente agridulces, de procedencia asiática. Una cosa es probar las cosas de un modo ‘turístico’ y otra es aplicarlo a la cocina. Nosotros tenemos una cultura mediterránea, una cultura arraigada y esa cultura tiene muchos ingredientes y no hace falta buscar ingredientes esnobs para ir más allá.

Dos estrellas Michelin, Premio nacional de gastronomía 2003... ¿qué le queda por hacer?, ¿algún reto?
Ser un buen padre de mis dos hijas los próximos años, que no está mal, ¿no? Al final nos olvidamos de que los cocineros somos personas como todo el mundo y que nuestras familias, por regla general, pagan un precio altísimo. A mí me horrorizaría que, por querer ser el próximo tres estrellas o por querer ser el sucesor de no sé quién, perderme algo tan importante y tan trascendental para mi vida como es la paternidad de mis hijas. Eso, y luego, ser portada de ¡Hola!... (bromea mientras sonríe)

¿Qué reconforta más?, ¿las estrellas y los premios o que un cliente le diga aquello de ‘esto estaba delicioso’?
Lógicamente lo segundo. Al final lo que más te reconforta, después de 8 años en Madrid, es que un porcentaje muy importante de mis clientes, sean clientes asiduos que regresan, que hablan bien de mí, que te defienden en los sitios. Ése es mi principal orgullo.