Cocina Ext.

Sergi Arola: “En mi cocina nunca faltan las sardinas y la tensión”

El prestigioso chef catalán publica el recetario ‘Cocinar es divertido’ y Hola.com aprovecha la ocasión para mantener con él una ‘suculenta’ charla

El joven 'chef' catalán junto con su equipo en la reciente inauguración de su restaurante barcelonés 'Arola'.

Comedor de 'La Broche', en Madrid.


¿Qué piensa del exceso de técnica o tecnología en la alta cocina?
Yo creo que es bueno que la tecnología esté ahí. Pero cuando ésta pesa más que el resultado nos exponemos a caer en un snobismo muy artificial. Es algo que puede estar encumbrado o considerado lo mejor del mundo... pero lo peligroso es que ese esnobismo te aleje del día a día, de la realidad. A veces me da un poco de miedo que nos volvamos tan técnicos y tan tecnológicos en la cocina que olvidemos una referencia que nunca deberíamos perder de vista: y es que, al final, nuestro trabajo es dar de comer.

Después de haber trabajado con los mejores en Cataluña e, incluso, con los grandes maestros franceses, ¿qué le hizo trasladarse a Madrid?
A mí siempre me ha gustado Madrid. Cuando era más joven yo venía a Madrid al 'Rockola', con eso ya digo todo. Madrid me parecía una ciudad muy divertida donde tenía grandes amigos, donde he hecho grandes amigos y donde me siento ‘muy de aquí’. Me siento muy madrileño, como en Barcelona me siento muy barcelonés. Hace 8 años surgió la oportunidad laboral de venir para acá y no la desaproveché.

Pero hace poco volvía a sus orígenes inaugurando en Barcelona ‘Arola’, su nuevo restaurante, ¿se trata de un concepto diferente a ‘La Broche’?
Sí, es un concepto totalmente diferente. Yo siempre digo que ‘La Broche’ es un sueño, es mi sueño de restaurante y ‘Arola’ es el restaurante que a mí me gustaría tener cerca de casa para ir a comer todos los días.

¿Es cierto que, en realidad, usted iba para músico?
Sí, sí, sí... a mí lo que me gusta es el Rock and roll. Y de hecho mi actitud sigue siendo muy rockera incluso en cocina. Es tan rockera que cuando yo estudiaba en la escuela de hostelería, hace 16 años, y mis profesores me decían que un buen cocinero nunca hacía más de cinco recetas nuevas en su vida, yo me negaba a aceptar eso. Del mismo modo que hoy en día me niego a aceptar que un cocinero tenga que hacer 14 recetas nuevas cada año. Además, yo creo que la música y la gastronomía están muy relacionadas porque ambas son placeres de la vida.