Dos días después de la primera incursión televisiva de Isabel Preysler, como modelo de Porcelanosa, en el año 1988, la ex marquesa de Griñón y Miguel Boyer acudieron, sigilosamente, a los juzgados de Pradillo para contraer matrimonio civil. Sin detener su paso, sin hacer más concesiones a los fotógrafos que les esperaban a la salida que la de dedicar al mundo una sonrisa, el matrimonio Boyer se dirigió a su domicilio de Puerta de Hierro para celebrar el acontecimiento con su familia. Quince años de amor Han pasado diecinueve años, desde que, en 1982, se encontraran por primera vez en la casa de una conocida dama, Mona Jiménez, animadora de encuentros periodísticos. Quince, desde que una peña periodística les dedicara sus Premios Limón y quince, también desde que, contra todo pronóstico, iniciaran su gran historia de amor. Isabel Preysler cree que alrededor de su vida ya no existe el morbo. "Miguel y yo ya llebamos dieciseis años casados... " pero, a las puertas de su casa, sigue habiendo periodistas que no pierden ocasión de seguirla para hacerle fotos. Profesionales, que a veces, consiguen, también, que ésta decida quedarse en casa porque, como ha señalado en alguna ocasión, "una de las cosas que más me horrorizan en el mundo es llamar la atención".