La dieta yogui busca el equilibrio
Lo que comemos tiene una influencia directa con nuestro estado de ánimo, y por supuesto, con nuestra forma física. Como no podría ser de otra forma, la práctica integral del yoga implica adaptar la alimentación para buscar un equilibrio y una coherencia suficiente para que los beneficios de esta práctica sean integrales. Esta dieta yóguica es lactovegetariana, pues la leche y sus fermentados son los únicos alimentos que incluye de origen animal. Ni huevos, ni por supuesto carne ni pescado están incluídos en esta dieta. No es solamente una cuestión nutricional sino que atiende sobre todo a una actitud ética sobre la alimentación. Encontrar un tipo de alimentación que no sea agresiva, ni con el exterior ni con nuestro interior, es la máxima de la dieta yóguica, que por eso mismo rechaza los sabores amargos, picantes, demasiado salados y las preparaciones demasiado frías o calientes.
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