No ir al gimnasio por no tener tiempo para hacerlo, o por no encontrar el momento adecuado para ello, es uno de los mayores inconvenientes a la hora de hacer deporte. Y es del todo comprensible que la rutina diaria no deje un tiempo evidente para prestarnos esa atención que nos merecemos. Y cuando llega el fin de semana buscamos descansar a toda costa, algo que puede llegar a parecer incompatible con realizar ejercicio físico.