Elegir la manera de ponernos en forma es algo muy personal que no debe pasar obligatoriamente por ir a un gimnasio. Es posible que no te guste compartir una sala de entrenamiento con otras personas o que, sencillamente, no tengas acceso a uno. Pero eso no es una excusa para no ejercitar el cuerpo como debemos y quedarnos sentadas en el sofá. Crear tu propia sala de entrenamiento en casa puede resultar muy sencillo si sabemos cómo hacerlo.