Fármacos y conducción, un binomio peligroso
Tomar medicamentos y ponerse al volante aumenta el riesgo de sufrir un accidente de tráfico. Incluso los que parecen más inofensivos, como los antiinflamatorios o los analgésicos, merman nuestras capacidades para conducir.
Ponerse al volante habiéndose tomado un fármaco aumenta el riesgo de sufrir un accidente de tráfico. De hecho, si ningún español se drogara, el cómputo total de víctimas en accidentes de tráfico se reduciría en 400 muertes al año, señalan los expertos.