Así afecta la contaminación ambiental a tu salud
Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, que se celebra el 5 de junio, hablamos con una experta sobre el alarmante aumento de las enfermedades causadas por la contaminación ambiental.
A diario estamos expuestos a cuatro millones de sustancias tóxicas que, según los expertos, son causa directa de enfermedades como el cáncer, el Alzheimer… y otros problemas de salud como el asma o la infertilidad. Lo sabe muy bien la doctora Pilar Muñoz Calero que, tras padecer la enfermedad de Sensibilidad Química Múltiple, se especializó en Medicina Ambiental con el objetivo de asistir a personas con rechazo extremo a químicos y contaminantes. Hoy, al frente de la Fundación Alborada, participa en el VIII Congreso Internacional de Medicina Ambiental que estos días acoge Madrid. Aprovechamos para hablar con ella sobre el impacto que tiene sobre nosotros desde el humo de los coches, a los aditivos químicos de los alimentos, las cremas cosméticas o las radiaciones emitidas por los teléfonos móviles.
¿Hasta qué punto afecta la contaminación ambiental a nuestra salud?
La contaminación ambiental es la producida por las emisiones de las chimeneas, de los coches en nuestras ciudades, pero también la contaminación que se produce por los pesticidas de nuestras tierras de cultivo, los herbicidas con los que se evita la aparición de malas hierbas en nuestros parques urbanos, los tóxicos que contienen los productos de limpieza de uso habitual en nuestros domicilios, la de nuestros productos de aseo, cosméticos, etcétera.
Según la EPA -Environmental Protection Agency- hay más de 4 millones de compuestos químicos, más de 120.000 se producen comercialmente y solo el 10% de ellos se conocen sus efectos. Cada día se introducen, debido al acelerado crecimiento de la tecnología, al menos 3 compuestos nuevos que pasan a formar parte de nuestro entorno. Cerca de 700 se han añadido al agua potable y aproximadamente el 50% de los que penetran en la atmosfera son generadas por el hombre y muchos de ellos se añaden deliberadamente a los alimentos.
Todo esto se está traduciendo en un aumento de todas las enfermedades. Por poner algunos ejermplos: 1 de cada 7 niños europeos es asmático; en Europa el 15% de las parejas son infértiles, en parte por la contaminación química -el esperma de los varones se reduce un 1% en áreas contaminadas-; las alergias se han duplicado en tan solo 15 o 20 años… Christofer P.Wild de la Organización Mundial de la Salud ya señaló en el año 2011 que el 90% de los casos de cáncer están causados por factores ambientales; por lo que una gran parte de ellos son evitables con buenos hábitos de vida y entornos saludables.
¿Cuál es la relación entre la contaminación ambiental y el desarrollo de determinadas enfermedades?
Cada vez sabemos con más claridad y contundencia que la genética no es determinante; sino una probabilidad. A la hora de generar enfermedad o salud es mucho más determinante la epigenética -la relación que existe entre nuestro medio ambiente más cercano y nuestro organismo-.
¿Qué es la Sensibilidad Química Múltiple?
Es una enfermedad multifactorial y multisistémica. Esto quiere decir que puede afectar a cualquier sistema del organismo, siendo muy frecuente la afectación al sistema nervioso, inmunológico, endocrino, respiratorio y reproductor. Se produce cuando la carga tóxica de nuestro organismo ha sobrepasado la capacidad de homeostasis o equilibrio del mismo, provocando multitud de reacciones que pueden ser desde mínimas a severas cuando la persona se expone a sustancias potencialmente tóxicas que hay en nuestro ambiente.
¿Esto afecta también a la comida que ingerimos a diario?
Por supuesto. Actualmente nuestra comida contiene pesticidas, fertilizantes, aditivos como colorantes, saborizantes… que afectan directamente a la salud.
¿Qué recomendaciones deberíamos tener en cuenta para reducir el impacto que causa la contaminación ambiental a nuestra salud?
Lo más importante para reducir el impacto es que la gente tenga conocimiento de la repercusión que tiene vivir rodeado de esta contaminación para poder evitarlo. Algunas de las medidas más efectivas son tomar alimentación lo más natural posible, libre de pesticidas y químicos sintéticos, como es la comida ecológica. Lo mismo para los productos de limpieza de los hogares. Se consigue una buena asepsia usando vinagre, bicarbonato o limón en la limpieza en los baños, suelos, etc. El agua que bebemos es recomendable filtrarla antes.
La buena noticia es que hoy día también ha avanzado en gran medida la consciencia de muchos fabricantes que conocen estos problemas y podemos encontrar prácticamente una alternativa más natural de cualquier producto desde cosméticos a materiales de construcción, etcétera. Es el inicio de un proceso de cambio, que poco a poco nos llevará a sustituir de forma progresiva muchos de estas sustancias que hoy día usamos de forma cotidiana por otras mucho más naturales. De hecho, ya vemos cómo todas las industrias están comenzando a tener una línea de productos ecológicos o más biológicos, que son más saludables y más respetuosos con el medio ambiente.
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