¿Por qué algunas personas nos parecen seguras y felices mientras otras se muestran retraídas y poco confiadas de sí mismas? ¿Qué es y qué importancia tiene la autoestima para caminar con éxito? ¿Cómo podemos mejorar la autoestima? Tras años buscando respuestas, la psicóloga Silvia Congost nos da las claves en ‘Autoestima automática’ (Editorial Zenith), un libro en el que encontrarás ejercicios y herramientas sencillas para ayudarte a cultivar el bienestar, reforzar tus capacidades y hacerte valer como te mereces. Te resumimos los diez pasos para comenzar a trabajar esta destreza.
- Despierta. El primer paso es tomar conciencia de cómo es tu autoestima en este momento. Darte cuenta de cuál es el autoconcepto que tienes de ti mismo/a. ¿Cómo te ves? ¿Qué cualidades crees que tienes? ¿Te gusta la imagen que tienes de ti? ¿Crees que eres digno/a de recibir amor, de que te acepten, de que te pasen cosas buenas?
- Viaje al pasado. Revisa de dónde vienes, qué es lo que has vivido, qué has recibido y qué te ha faltado mientras estabas creciendo. Con esta información, probablemente, entenderás por qué eres así y te sientes de esta manera.
- Acéptate. Es básico que sea cual sea la imagen que tengas de ti y de lo que en otra etapa hubieras vivido, seas capaz de comprenderte y aceptarte con tus puntos fuertes y los más vulnerables.
- Deja de maltratarte. ¿Te das cuenta de la cantidad de veces a lo largo del día que te haces daño con comentarios negativos y descalificadores sobre ti mismo/a? Seguramente, no tratarías así ni le dirías nada de eso a ninguna otra persona. Debes dejar de hacerlo contigo porque el daño es el mismo.
- Potencia el reconocimiento. Esfuérzate para encontrar tus puntos fuertes. Tenlo presente y entrénate en decirte cosas bonitas, en remarcar todas aquellas cualidades que tienes y todo lo que haces de maravilla.
- El poder de la gratitud. Cuando pensamos en cosas por las que nos sentimos agradecidos, inevitablemente nos sentimos bien, potenciamos emociones positivas en nuestro interior y esto, a su vez, hace que nos enfrentemos al día a día con una actitud más positiva y vital.
- Se asertivo. Aprende a decir no y expresar lo que verdaderamente sientes, respetándote a ti mismo en cada momento.
- Define tu rumbo. Ten siempre claro cuáles son tus propósitos a corto, medio y largo plazo. Solo así sentirás que tu vida empieza a tener sentido de verdad y tendrás la seguridad de que los pasos que vas dando en tu día a día te acercan a dónde quieres llegar o, de no ser así, tendrás la seguridad de que debes cambiar el rumbo para redefinir tu marcha.
- Rodéate de personas sanas. Aléjate de todo aquel que sea tóxico en tu alrededor. Las personas que te hagan sentir bien, que te aporten energía y bienestar y que logren sacar lo mejor de ti, son las personas de las que te tienes que rodear. Cuando hacemos un proceso para fortalecer la autoestima, al tomar mayor conciencia y conectarnos aún más con nosotros mismos, es habitual que sintamos que hay ciertas personas en nuestro entorno con las que ya no nos sentimos bien ni nos apetece tenerlas cerca. Debemos respetarnos y no forzar este tipo de relaciones.
- Integridad. Esfuérzate por vivir de acuerdo con tus valores, fiel a ti mismo/a, tratándote con afecto, mimo, respeto y seguridad.
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