Astenia primaveral

La astenia primaveral es un conjunto de síntomas que algunas veces aparecen al comienzo de la primavera, con los que se siente cansancio, debilidad o falta de energía. Con ella, se pierden completamente las ganas de hacer cosas, es como una ligera depresión o desinterés.

Suele ser debido al cambio estacional, al cambio de hábitos del invierno al buen tiempo, al aumentar la cantidad de luz… El organismo parece que se agota como si perdiera toda su vitalidad y energía.

La astenia suele aparecer al realizar las rutinas más simples, no cuando especialmente hay que hacer un esfuerzo, las cosas más sencillas son como si fueran muy difíciles de hacer.

La astenia primaveral también es como una sensación de fatiga.

SÍNTOMAS MÁS HABITUALES:

Dolor de cabeza o nuca
Cansancio y fatiga, sobre todo si se han de subir escaleras
Somnolencia por las mañanas y fatiga
Falta de apetito o aumento importante del apetito, lo que provoca problemas de peso
Falta de concentración e irritabilidad mental y física, pasividad en general
Pena y ligera depresión
Falta de energía
La mayoría de las veces puede solucionarse mejorando la dieta: comer más veces y en menos cantidades; o durmiendo las horas necesarias y de la mejor manera posible.

¿QUIÉN ES MÁS PROPENSO A PADECER ASTENIA PRIMAVERAL?

Es más habitual en mujeres que en hombres pero puede ser en cualquiera de los dos.

Suele aparecer en personas de entre 20 y 50 años.

Por lo general, estos síntomas -o este problema-, no son muy importantes y son de corta duración, aunque si persiste es preferible acudir al médico.

Especialmente sensibles a padecer astenia primaveral son las personas con el sistema inmunitario más debilitado.

¿QUÉ PODEMOS HACER?

Lo más eficaz es procurar “cuidarse” mucho más, y los hábitos que todos conocemos como sanos.

Dormir las horas necesarias
Intentar dormir 7 horas seguidas. El cuerpo necesita descansar para recuperar la energía para todo el día, si sentimos cansancio necesitamos descansar y para ello lo mejor es el sueño reparador, aunque este cansancio sea debido a la astenia primaveral.

Ejercicio físico
Esta recomendación es la primera que dan los especialistas, tanto psiquiatras como psicólogos, con el que se consigue hacer higiene mental y se considera como antidepresivo natural. Además, estimula la secreción de endorfinas.

Al llegar la primavera y aprovechando el buen tiempo siempre que sea posible, el ejercicio es preferible que sea al aire libre, no es necesario que sea muy intenso: moderado, como pasear a paso ligero; o correr, aunque no sea muy intensamente. Todo depende de la fuerza física de cada persona.

Mover el cuerpo estimula la circulación sanguínea y con ello, disminuye la astenia primaveral.

Dieta equilibrada

Gracias al cambio estacional y al buen tiempo, son aconsejables los alimentos de temporada, que van a ser frescos y más ricos.

Las calorías necesarias han de ser las justas, un exceso de comida puede provocar -aparte de subir de peso-, que las digestiones sean más lentas y empeorar los síntomas de la astenia, porque produce cansancio y somnolencia. Al contrario, el efecto también puede ser perjudicial al perder energía.

Este problema de falta de energía puede causar problemas en personas que están haciendo dieta para adelgazar y dietas muy bajas en calorías.

Debe tener alto contenido en vitaminas y minerales, por ello además es aconsejable un alto contenido en alimentos crudos. Es el tiempo ideal para la fruta, verduras y sobre todo ensaladas, hierbas, raíces y frutas. Además, los diferentes tipos de lechugas son algunos de los alimentos más recomendables.

Los alimentos crudos, tienen un más alto contenido en enzimas digestivos, con ello conseguimos las digestiones más rápidas y ligeras.

Debemos disminuir el contenido de alimentos muy grasos, como los fritos, los alimentos procesados y los alimentos muy dulces, sobre todo en azúcares simples. Sin embargo, no podemos olvidarnos de grasas beneficiosas y carbohidratos complejos, que al tener una absorción más lenta van a ayudar a mantener la energía durante todo el día, conservando el buen funcionamiento del organismo.

Dieta sana y equilibrada, se puede optar igualmente por añadir un suplemento, vitaminas, minerales o algún producto natural.

Igualmente, es preferible limitar el consumo de la cafeína, ya que aunque da energía rápida, sólo dura dos horas y al eliminar la sensación de cansancio, va a ser peor cuando se pierda este efecto.

Además, en algunas personas provoca ansiedad y nerviosismo.

Aconsejo tomar 5 comidas diarias, entre ellas incluir zanahorias, col, espinacas, lechugas, cebolla, ajo y frutas de temporada. Incluir igualmente, carne, pescado, yogur, frutos secos, chocolate negro -que además contiene magnesio-, miel y polen.

Relax y buen tono mental
Intentar estar feliz y sonreír.

Disfrutar las pequeñas cosas y recordar buenos momentos.

Algunas veces nos hemos de esforzar para mejorar el estado de ánimo.

Mantenernos hidratados

Durante la primavera, lo más habitual son los cambios de temperatura y clima, desde pasar de una mañana fría a un mediodía muy cálido, pudiendo provocar que notemos más calor y sudemos más, por lo que es importante beber más líquidos.

Cuando hablamos de líquidos, me refiero tanto al agua, como otro tipo de bebidas o alimentos que contienen líquidos.

Se debería tomar un mínimo de 1 litro de líquidos diarios.

Es aconsejable sobre todo el té verde, que tiene un alto contenido en antioxidantes, y además de refrescar, ayuda a mantener la energía durante todo el día.

ALIMENTOS Y SUPLEMENTOS QUE PUEDEN AYUDAR A MEJORAR LA ASTENIA
Lechuga

Menciono la lechuga, que es muy rica en vitaminas del grupo B, vitamina K, C, A, hierro y calcio, especialmente beneficioso para el insomnio.

Dentro de las hojas de la lechuga hay un líquido lechoso llamado latucarium, este tiene propiedades relajantes y sedantes, por lo que tanto comer lechuga o incluirla en zumos controla la ansiedad.

Estas propiedades se han usado desde la Edad Media para mejorar la energía, la claridad mental y la calidad de la piel.

La lechuga igualmente ayuda a eliminar toxinas, y a equilibrar el balance ácido/base del organismo.

Cuando hablo de la lechuga, incluyo en ella los diferentes tipos o variedades.

También las verduras de hoja verde suelen tener propiedades similares.

Diente de León

Esta planta con alto contenido en vitaminas y minerales ayuda a recuperar las posibles carencias que hayamos tenido durante el invierno.

Contiene vitaminas del grupo A, B1, B2, B5, B6, B12, C, E ,D, P, magnesio, ácido linoleico, inulina, calcio, potasio, cobre y hierro.

Estimula la función hepática, normaliza la bilis, intensifica la secreción biliar, ayuda en la aterosclerosis, problemas hepáticos, reumatismo, problemas articulares, anemia, diurético y antitóxico.

Frente a la astenia, el alto contenido en hierro y vitaminas del grupo B intervienen en la formación de la hemoglobina y los glóbulos rojos, es por ello que es positivo en personas que suelen tener condición anémica.

El diente de león, además, tiene entre otras propiedades: la de estimular la diuresis, lo que ayuda a disminuir la presión arterial y los efectos que produce este aumento de presión sanguínea.

Ortiga

Las ortigas son ricas en vitamina C, vitamina A y vitamina B12, que actúa como anti-anémico.

Mejora la energía.

Estimula la producción de glóbulos rojos y ayuda a combatir la fatiga crónica, la sensación de cansancio y la depresión.

Especialmente indicada en periodos de peor nutrición, convalecencia, dolores…

Muy importante para evitar y mejorar problemas de alergia, especialmente la alergia más habitual en la primavera: la alergia al polen.

Es más habitual en forma de té o infusión.

Ashwagandha

Este extracto vegetal, muy utilizado en la medicina ayurvédica, ayuda a mejorar problemas de malestar psicológico debido a la astenia, cansancio, ansiedad o estrés.

Esta considerada como adaptágeno, lo que ayuda a mejorar la concentración y se adapta a las necesidades del organismo, protegiendo el sistema nervioso.

Para más información: Post sobre el Ashawagandha, ¿hierba anti-estrés?

Espirulina

Este alga azul es muy rica en proteínas y nutrientes. Las proteínas son nutritivas y comparables a las de alimentos ricos como la carne, el pescado, la soja…

Además tiene un alto contenido en minerales, como calcio, sodio, hierro y potasio, entre otros.

También tiene importante contenido en vitaminas del grupo A, E, D y K.

Se suele aconsejar en periodos en los que necesitamos especial aporte energético, incluso si se esta haciendo dieta baja en calorías.

Es en definitiva un importante aporte energético y es una buena alternativa a estimulantes como puede ser la cafeína.

En personas con carencias como la anemia, es especialmente apropiado, incluso en diabetes.