¿Sabemos qué es y por qué es tan necesario para nuestro organismo? El magnesio es un mineral -el cuarto más abundante en el organismo- que encontramos, principalmente, en los huesos y guarda estrecha relación con el estrés. Se sabe que el magnesio es el mineral más eficaz para combatirlo, al igual que otras enfermedades que van acompañadas de un déficit en magnesio como, por ejemplo, la hipertensión, enfermedades cardiacas y depresión.
Pero no sólo el estrés nos puede dar lugar a un déficit en magnesio. La alimentación, mejor dicho, la mala alimentación, basada en comidas rápidas y muy procesadas, también puede provocarlo. El problema de todo esto es que cuanto más estrés, mayor déficit de magnesio y cuanto más déficit, peor afrontamos el estrés…Y así acabamos metidos en un bucle del que es muy difícil salir.
¿Cómo podemos saber si existe una deficiencia?
Lo más preciso es verlo a través de un análisis de sangre pero, a nivel sintomático, podemos pensar que existe un déficit si notamos debilidad muscular, irritabilidad, insomnio, fatiga, anorexia y espasmos musculares. A nivel psicológico, podemos sentir apatía, confusión, memoria deficiente, etcétera. Ya en casos muy extremos podemos tener contracciones ininterrumpidas de los músculos, hormigueo...A parte de personas con estrés, la deficiencia de magnesio también puede darse en personas alcohólicas o en aquellas que tienen algún problema para su absorción. También se debe prestar atención en el caso de deportistas con una alimentación no adecuada -esto puede afectar negativamente en su rendimiento-.