La retención de líquidos es un problema bastante común que afecta sobre todo a mujeres (con más frecuencia a mujeres embarazadas) y que suele tener un origen hormonal. Normalmente, se manifiesta con abdomen hinchado -lo que provoca que, en ocasiones, se confunda con sobrepeso- o pesadez en las piernas. La buena noticia es que la retención de líquidos se puede prevenir y controlar con unos buenos hábitos en la dieta y estilo de vida; tal y como nos aconsejan los expertos de AvanClinic.
¿Qué causa la retención de líquidos?
La retención de líquidos viene causada por una salida del agua intracelular al exterior. Esto ocurre por un desequilibrio en la concentración de sodio y potasio, que son mediadores del transporte de agua entre los diferentes compartimentos del cuerpo. El agua queda retenida en los tejidos comprometiendo la circulación de la zona.
El agua elimina el agua
Cuanta más agua se beba, con más facilidad eliminaremos los líquidos acumulados. No hay que esperar a que aparezca la sensación de sed, ya que, en ese momento, el proceso de deshidratación ya ha comenzado. Es recomendable distribuir la ingesta de agua a lo largo del día, preferentemente entre las comidas. Además, que el agua sea baja en sodio (menos de 20mg de sodio por litro de agua). También te ayudará beber infusiones o zumos naturales; pero evita o reduce al mínimo posible bebidas que deshidratan, como son el café y el alcohol. Es beneficioso el consumo de un vaso de agua en ayunas por la mañana, para ayudar a eliminar el agua retenida durante la noche.
Reduce el consumo de sodio
No solo a la hora de condimentar y cocinar, sino también en el consumo de determinados alimentos que tienen un contenido en sodio alto. Conviene reducir el consumo de quesos (excepto los bajos en sal), embutidos, jamón serrano, ahumados, alimentos procesados y conservas.
Aumenta el consumo de potasio
Aumentando el consumo de potasio se favorece la diuresis. Los vegetales, en general, son ricos en potasio, pero en especial espinacas, calabacín, apio, champiñones, patatas, alcachofas, espárragos, zanahorias, canónigos, calabaza, acelgas, lentejas, judías y demás legumbres. Las frutas como: plátano, la piña, el albaricoque, melón, fresas, las frutas desecadas. Introducir estos alimentos en tu dieta habitual puede ser beneficioso para la eliminación de líquidos.
Una dieta rica en proteínas evita la retención de líquidos
Esto es porque el hígado, tras haber consumido proteínas, fabrica albúmina –una sustancia necesaria para que los fluidos no se acumulen en los tejidos-.
Sin embargo, te aconsejamos que siempre busques consejo de un profesional, ya que es importante determinar las causas concretas que provocan la retención de líquidos para así poder actuar eficazmente a través de la nutrición y micronutrición, e incluso buscar ayudas en otro tipo de terapias.