Consejos para vencer el insomnio

Nuestra sociedad actual es una sociedad estresada y con un ritmo de vida acelerado. Una de las consecuencias más comunes es la falta de sueño o el insomnio, un trastorno que, si no se trata, se vuelve un problema crónico con una difícil solución.

Las personas con insomnio suelen tener preocupación excesiva, cansancio, falta de energía y concentración durante todo el día y, cuando llega la hora de ir a la cama, les impide conciliar el sueño o no conseguir un sueño reparador.

Como deportista tengo claro que un buen descanso es necesario para rendir bien en mi actividad diaria y en mi entrenamiento, pero no solo eso sino que, además, el ejercicio es parte clave de que ese descanso sea el adecuado. Es “la pescadilla que se muerde la cola” y tenerlo claro nos va a servir para evitar recurrir a medicación y terapia como primera alternativa.

Está demostrado que el ejercicio, y fundamentalmente el de carácter aeróbico, ayudan a combatir el estrés. Determinados estudios confirman que las personas que realizan ejercicio moderado dos veces a la semana descansan mejor y rinden mejor en su vida cotidiana.

Los beneficios de este tipo de ejercicios son tanto cardiovasculares como respiratorios e incluso psicológicos: mejora la frecuencia cardíaca, disminuye la tensión arterial y nos relaja disminuyendo la ansiedad.

Lo único que debes tener en cuenta es seguir ciertas pautas para que se cumplan estos beneficios:

• Realizar un mínimo de 2 a 3 horas por semana de ejercicio aeróbico.
• No realizar el entrenamiento justo antes de ir a dormir, dejar unas 2 horas como mínimo para que el cuerpo comience a relajarse.
• La intensidad del ejercicio debe ser suave o moderada.
• Si consideras que tu estrés es muy elevado actividades como el Yoga o el Taichí van a reforzar ese poder relajante y de desconexión frente a los problemas

Por lo tanto, además de los beneficios estéticos y saludables que supone el ejercicio, ahora ya sabes que también puedes solucionar tu insomnio sin contar ovejitas o recurrir a pastillas; eso sólo como último recurso.