Es una de las molestias más comunes que podemos padecer en nuestra espalda, un dolor localizado en la parte inferior de la columna vertebral, donde se encuentran las vértebras lumbares. Las causas que dan lugar a un episodio de lumbago son muy similares a las que ocasionan la ciática o el dolor de espalda, pero se diferencia de ellas en la localización. Uno de los mayores inconvenientes es que su inicio puede ser rápido, de un día para otro, o brusco, como consecuencia de un esfuerzo o de un movimiento inadecuado, y cuando el dolor es muy intenso dificulta el movimiento y produce una intensa incapacidad.
¿Cuál es su origen?
La columna actúa como eje de todo nuestro organismo, soporta todo el peso del cuerpo, y está sometida de forma permanente a tensiones y fuerzas, que en muchas ocasiones provocan alteraciones funcionales que producen dolor y malestar. Para agravar el problema, existen profesiones, trabajos o ejercicios inadecuados que, por tensiones posturales o esfuerzos mantenidos, pueden desencadenar lumbago y dolor de espalda.
La vida sedentaria con ausencia de ejercicio físico, el tipo de cama o de colchón, las posturas tensas mantenidas, los movimientos forzados o el ejercicio físico inadecuado son factores mecánicos y funcionales que pueden dar lugar al lumbago.
El más frecuente y de naturaleza más leve está ocasionado por la contracción de los músculos lumbares producida por inflamación, sobrecarga o traumatismo. Las causas más graves tienen su origen en alteraciones degenerativas de los discos intervertebrales con la aparición de una ‘hernia de disco’ con dolor incapacitante. La patología vertebral en personas de edad con luxación, aplastamiento y osteoporosis es también causa frecuente de lumbago.
Sus síntomas
Suelen aparecer tras la realización de un movimiento brusco, al levantar pesos excesivos, realizar esfuerzos anormales continuados o tras permanecer largo rato en posturas forzadas. El dolor intenso es el síntoma predominante: localizado en la región lumbar, su intensidad suele provocar impotencia funcional, encurvamiento y dificultad intensa para caminar.
El ejercicio físico, buen aliado de tu espalda
Existen tablas de gimnasia especiales para el fortalecimiento de los músculos de la espalda. Además, hay sistemas y métodos de potenciación y relajación muscular como yoga, Pilates, quinesoterapia, etcétera, muy eficaces para tratar y prevenir el lumbago. Ahora bien, el tratamiento a través de la relajación y la gimnasia debe ser supervisado por un especialista médico o fisioterapeuta y está comprobado que es un medio natural muy eficaz para mejorar los síntomas.
7 consejos útiles
• Evita la vida sedentaria. Conviene hacer ejercicio físico habitual y moderado.
• Intenta evitar el sobrepeso. No olvides que adelgazar mejora siempre los síntomas.
• Duerme en la cama adecuada. Las de superficie dura o los colchones especiales son un buen medio de prevención.
• El calor local también suele ser beneficioso.
• La relajación, los masajes y los estiramientos son muy eficaces.
• La forma de coger peso, de sentarse o de caminar y de respirar puede tener que ver con el origen del dolor.
• Las disciplinas de gimnasia especiales para la espalda son muy beneficiosas