Elegancia clásica y estudiado equilibrio cromático en una lujosa villa de la costa alicantina
No hay nada más difícil de conseguir que una decoración que se integre sin estridencias en una vivienda de amplias superficies y, al mismo tiempo, lograr espacios cálidos y acogedores.
Decorar una vivienda de 925 metros cuadrados es todo un reto, máxime cuando el principal objetivo es lograr un espacio cálido, acogedor e íntimo. ¿Cómo decorar espacios tan amplios y diáfanos sin que se nos vaya de las manos? Pues bien, el Estudio de interiorismo Laura Yerpes (www.laurayerpes.es) lo ha conseguido en esta espectacular y lujosa villa ubicada en la zona de Cap Blanc de Moraira (Alicante).
La villa, que se alza en una parcela de 2.350 metros cuadrados, se compone de una planta inferior destinada a zona de día, y una planta superior, donde su ubican los dormitorios, destinada la zona de descanso. El mármol blanco pulido reviste todos los suelos, de manera que contribuye a ‘atrapar’ la brillante luz que caracteriza a la costa mediterránea. Un recorrido por sus estancias nos permite descubrir que la base cromática sobre la que han construido toda la decoración interior es el blanco seda, el negro y el acero, lo que ha dado como resultado una vivienda de elegancia clásica, en la que las formas geométricas, la luz y la utilización de materiales naturales como la madera se encargan de aportar ese toque cálido al que nos referíamos al principio.
Lo primero que llama la atención al penetrar en el hall es la escalera, que se adorna con una preciosa barandilla de forja negra y madera de iroko, que adquiere, si cabe, mayor protagonismo por los tres ventanales de carpintería metálica que enmarcan unas inmejorables vistas del exterior. El juego cromático entre el blanco y el negro, unido a las formas geométricas del forjado y los apliques cúbicos de las paredes logran equilibrar de forma muy armónica este espacio que sirve de acceso y distribución de la vivienda.
La importancia que se ha dado a las líneas geométricas para ayudar a construir no solo el espacio, sino también la decoración de toda la vivienda se advierte a la perfección en el salón, donde los sofás, colocados simétricamente, contribuyen a enmarcar un espacio presidido por un mueble a medida lacado en blanco, en el que adquiere especial protagonismo la chimenea de bioetanol. Volvemos al juego cromático de blancos y negros, pero también al contraste de líneas curvas y rectas con la elección, por ejemplo, de las mesas auxiliares, unas con formas orgánicas que simulan troncos de árbol, otras, rectangulares y decoradas con jarrones y macetas cerámicas; a lo que hay que unir una acertada elección de textiles con atractivos estampados geométricos.
Otra zona importante de la casa es el comedor, que está presidido por una mesa de madera de bubinga de 2,60 metros donde encuentran acomodo hasta doce comensales. Volvernos a encontrarnos con un espacio armónico en el que destacan también dos enormes baldas de 10 centímetros de grosor con patas metálicas en forma de ‘U’ invertida.
Y llegamos a la cocina, uno de los centros neurálgicos de la casa. En este caso se trata de una impresionante cocina-office en cuyo centro se levanta una gran isla rematada por una encimera de granito de color negro, y sobre ella, una gran campana decorativa, un elemento que se complementa con electrodomésticos integrados o bien con electrodomésticos vistos, en acero, a juego con el resto de los elementos metálicos. En esta gran cocina destaca un pequeño y original rincón de estar con vistas al jardín y a la piscina, ideal para relajarse y disfrutar junto a uno de los puntos centrales de cualquier vivienda.
En los dormitorios nos podemos encontrar con dos propuestas, la primera, sobria y elegante, vuelve a tener el blanco y el negro como tonos protagonistas, mientras que la segunda muestra zonas de descanso en las que se ha optado por los tonos azules y turquesa, que imprimen un aire más fresco y mediterráneo.
La elección de los papeles, de texturas suaves, los textiles en coordinación con la paleta cromática elegida contribuyen a dar una personalidad diferente a cada espacio sin perder por ello ni un ápice la elegancia y armonía que impera en toda la villa. Incluidos los exteriores, donde se puede observar el concepto de vivienda abierta y luminosa, con el diseño de un jardín proyectado para disfrutar de la luz y el benigno clima que caracterizan a esta parte del litoral español.