¿Quieres disfrutar de un día de picnic sin salir de casa?
Trasladamos todo el encanto y la diversión a nuestra terraza o jardín para conseguir un día al aire libre perfecto. ¡No echarás de menos el campo!
Transformar tu terraza o tu jardín en una pradera es posible. Además, de imaginación, necesitas una barbacoa, una mesa informal, un menaje de ‘trote’ y una buena hamaca entre los árboles. Mira cómo conseguirlo. Sólo echarás de menos a los mosquitos y los insectos. Y, a veces, ni a estos.
Un clásico: la barbacoa
Son las reinas del verano, y no porque lo diga un hit musical, sino porque alrededor de ellas se preparan comidas familiares, reuniones con amigos, fiestas de cumpleaños… Por su carácter informal, admiten un número mayor de comensales (no es estrictamente necesario sentarse a la mesa) y se adaptan a los gustos más variados. De carbón o leña, para los más puristas, que buscan el encanto de encender el fuego y el sabor y el olor especial de las brasas; o de gas, para los que la limpieza, la rapidez y la comodidad son básicos.
Admite distintas posibilidades (carne, pescado, verduras…), lo que facilita mucho la planificación del menú y es una alternativa perfecta cuando hay niños. Además, hay modelos que incorporan un cajón asador, para cocinar un pollo o un cordero; con efecto ahumado, para dar un toque americano a tus platos; o con tapa, más segura.
Su estética también ha evolucionado bastante, aunque los modelos de siempre siguen siendo una apuesta segura, ahora hay verdaderas piezas arquitectónicas de gran belleza. Sin olvidar, los modelos portátiles o de sobremesa.
Sólo un consejo para que sea un éxito total: enciende la brasa al menos una hora antes de comer. Así, estará en su punto para empezar a cocinar.
Una mesa informal, pero completa
No te asustes, tampoco es que recurras a los (terribles, aunque encantadores) manteles de cuadros. Estos momentos al aire libre no están reñidos con el buen gusto. Eso sí, ante todo reina el espíritu práctico. Olvídate de la mantelería que se arruga al instante o de aquella de la que es imposible que salgan las manchas. Apuesta por manteles de resina, a prueba de manchas y de derramamientos de agua o refrescos. Si no puedes prescindir de un mantel de tela, elígelo sufrido y que se pueda meter en la lavadora y ten en cuenta la opción de los individuales: permiten montar una bonita mesa, pero son más prácticos.
Respecto al menaje. Piensa que el momento barbacoa no está sujeto a otra etiqueta que la comodidad y la funcionalidad. Una opción son los platos y vasos de un solo uso. Ahora, además de los blancos y transparentes, hay opciones muy decorativas, que parecen verdaderas vajillas. Si prefieres la cerámica, hazte con un modelo veraniego, en colores llamativos que pongan el toque más alegre e informal a tu mesa.
Aunque lo cierto es que el universo del plástico se ha apoderado del exterior y hay cosas verdaderamente bonitas. Colores, como rosa, azul o verde, visten las distintas piezas; mientras que los diseños copian a sus hermanos de cerámica, con formas cuadradas y líneas minimalistas.
Siesta bajo un árbol… ¡O una sombrilla!
Y después de una comida opípara, mientras los niños se van a jugar, nada mejor que un descanso. Merecido, por supuesto. Hay pocas sensaciones tan placenteras como relajarse a la sombra. Unos cojines y una colchoneta pueden servir para improvisar un pequeño rincón de relax.
Las tumbonas y las hamacas son también una buena opción. Puedes elegir un modelo para colgar, hay algunos que pueden fijarse a la pared y otros que incluso llevan un soporte de suelo, para que no renuncies al encanto de mecerte por el viento, si no tienes dónde colgarlo.
Pon en marcha estos consejos, contágiate del espíritu festivo y consigue un día de campo sin salir de casa.