Tapizar: ¿Por qué no dar una segunda vida a tus muebles?
Si tienes una buena pieza de mobiliario que te gusta mucho pero se ha quedado anticuada, dale una segunda oportunidad y retapízala. Jesús Garabieta, director creativo de Gastón y Daniela, nos da las claves que has de tener en cuenta
Hasta no hace más de 30 años, aquello de llamar al tapicero era una práctica muy habitual porque, entre otras razones, entonces eso de cambiar de muebles era toda una inversión que pocas familias se podían permitir llevar a cabo más que un par de veces en la vida. Los muebles eran caros, sí. Pero también tremendamente duraderos.
De un tiempo a esta parte, con la ‘democratización’ de la decoración y la aparición de tiendas, marcas e hipermercados de bajo coste, se ha hecho mucho más habitual eso de adquirir piezas ‘de usa y tirar’. Aunque también hay que tener en cuenta que, en la actualidad, las tendencias decorativas son mucho más marcadas y cambian con más frecuencia que unas décadas atrás.
A pesar de estar viviendo en una sociedad de consumo en la que el low cost manda, aún hay muchas personas para quienes la calidad es un valor en alza. Y recurren al retapizado para cambiar de un plumazo y a un coste aceptable el aspecto de su vivienda. Lo cuenta Jesús Garabieta, Director Creativo de Gastón y Daniela: “Hay gente para quien el low cost y el usar y tirar es una filosofía de vida. Pero otro sector de la población ve las cosas de otra manera, para quienes es una opción usar una tela para dar una segunda vida a un mueble”.
La premisa esencial para ponerte en manos de un tapicero pasa por contar con un buen mueble, una pieza que pueda tener una larga segunda vida. “Yo me lo plantearía cuando la pieza en bruto es de calidad y, además del agrado del propietario”, comenta Garabieta, quien añade: “retapizar es una opción siempre y cuando la tela ayude a darle una segunda vida. Entonces, sí compensaría respecto a una solución low cost”.
Además es recomendable tener en cuenta que se trate de una pieza atemporal. Puede que sea una pieza heredada de un estilo decorativo muy marcado y alejado de tus gustos, es posible quede fuera de lugar en el espacio donde vayas a colocarlo. Claro que en este caso se puede atenuar ‘el aspecto’ gracias al estampado y el tejido. Por eso siempre es una buena opción contar con un profesional que te asesore. De paso, te dará pistas válidas sobre si, además de cambiar la tela, hay que poner en marcha otro tipo de actuaciones relacionadas con el relleno de sofás y sillas.
No desestimes la idea del retapizado pensando que es una solución siempre costosa. Ten en cuenta que cada vez más, es posible encontrar telas de los más variados precios. Como comenta Garabieta: “Hay soluciones para todos los bolsillos. Es muy importante decidir primero el interés personal que tengamos en la pieza”. Y el valor sentimental de la misma.
Ya decidida al cambio, llega el momento más difícil, precisamente por las miles de posibilidades que existen o elegir tejido, estampado y colores. Recurrimos, de nuevo, al experto de Gastón y Daniela: “Tanto para sofá como para sillas, que son los elementos de más uso, lo más adecuado serían tapicerías de alta resistencia, aunque la gran mayoría resisten bien el uso doméstico”.
En cuanto a los estilos: “Aunque no hay normas preestablecidas, en principio lo más seguro es jugar con las escalas de la pieza a tapizar versus el tamaño del diseño de la tela. Así, en general los motivos pequeños serían más adecuados para sillerías; y los de mayor tamaño, para sofás. Ensayar otras opciones puede dar mucho juego”.
“La norma es conseguir una paleta al gusto del cliente. Todo vale, desde los grandes coordinados a los grandes contrastes, siempre que haya una coherencia con el resto de la decoración: piezas de mobiliario, cuadros...”. En efecto, también hay que manejar cortinajes, cojines, pantallas, ropa de cama y cabeceros en los dormitorios….
Y algo más: también se puede innovar en las piezas a retapizar. Garabieta nos da una idea: “Las paredes suponen una enorme posibilidad de uso de tela a la hora de obtener grandes cambios. Además, tienen propiedades aislantes, tanto térmicas como acústicas”.