¿Son buenos todos los 'snacks' que nos venden como saludables?
Ante la oferta tan abrumadora de barritas integrales, tortas ‘bio’ de avena y aperitivos ‘light’, nuestra nutricionista nos aclara cuáles son realmente esos picoteos sanos que deberíamos consumir a diario y cuáles reservar para ocasiones especiales
Hoy en día es muy habitual encontrar en todos los supermercados una gran variedad de barritas, tortitas de arroz o maíz, snacks vegetales, frutas deshidratadas y un sinfín de productos preparados para picar entre horas. Atractivos tentempiés, siempre fáciles de llevar y listos para consumir. Pero, ¿realmente cumplen la función saciante que deberían tener? Y, lo más importante: ¿son saludables?
En primer lugar, algo que no debemos olvidar nunca es que estos productos no tienen que formar parte de nuestra alimentación de forma habitual, sino tomarlos como sustitutos esporádicos y reservados siempre a situaciones especiales en las que nos es imposible ingerir alimentos naturales o reales. Estos productos (que no alimentos) son los que han venido denominándose últimamente procesados o ultraprocesados, es decir, que han sufrido una modificación en su composición, por lo que su aporte de nutrientes es mínimo.
¿Hacemos un repaso por los más consumidos?
- Frutas deshidratadas: son frutas a las que se les ha quitado el agua. Por tanto, han sido modificadas y hemos perdido ciertos nutrientes en el proceso. Su capacidad saciante es, además, mucho más reducida que la que tiene la fruta fresca. Y aunque pueda considerarse más saludable que otro tipo de snacks –como las patatas fritas o los bollos-, no son la mejor opción. En la mayoría de los casos, se le añaden aceites vegetales y harinas, como si fuesen dos ingredientes más de su composición. Por ello, nunca deberían sustituir de forma habitual los productos frescos, solo como recurso esporádico.
- Tortitas de arroz o maíz, chips vegetales, etc: son, todos ellos, productos ultraprocesados y, por muy ecológicos que sean, siempre llevarán sal añadida. Además, lo más seguro es que también sean ricos en azúcares y grasas transformadas. Recuerda que es muy importante mirar las etiquetas y no dejarse guiar por las palabras bio, eco, light o saludable.
- Barritas de cereales: todas, absolutamente todas las que venden en los supermercados, son ultraprocesados. Y la mayoría de las veces, son una gran fuente de azúcares o edulcorantes dañinos para tu intestino. Si tienes que consumirlas, en una de esas situaciones especiales que hemos comentado, elige las que no llevan azúcares añadidos ni edulcorantes, las que tengan cereales integrales (para contar con la mayor cantidad de fibra posible y que sean más saciante) y que no cuenten con aceites hidrogenados. Hay opciones naturales hechas a base de frutos secos bastante aceptables, pero para consumirlas ¡tendrías que ser de los que mantienen una rutina diaria de entrenamiento!
Por tanto, si ninguno de estos productos es saludable, ¿cuáles son nuestras opciones?
Snacks saludables
- Una buena alternativa será siempre la fruta fresca, que puedes consumir sola, con yogur natural y, por supuesto, sin azúcares añadidos.
- Hacer tus propias barritas y tortitas caseras en las que el azúcar puede ser sustituido por chocolate (mínimo 80% de cacao), dátiles o, incluso, aprovechar la dulzura de las zanahorias. Utiliza también frutos secos crudos o tostados –almendras, nueces o pipas de calabaza-, fruta deshidratada con un solo ingrediente (por ejemplo, orejones) y cereales integrales.
- Prepara un saludable táper de crudités de verduras que mezclar con salsa de yogur, tomate triturado, hummus, crema de sésamo o queso.
- Y, por último, un buen mix de frutos secos que constituyen, por si solos, un buen snack, saludable y saciante. Eso sí, siempre sin sal.
Barritas caseras de cereales y chocolates
Estas barritas que Blanca (@blancanutri) nos propone no quedarán igual de perfectas que las que vemos en el supermercado (en cuanto a su forma), pero sí que son un alimento elaborado a partir de ingredientes naturales, sin edulcorantes ni azúcares añadidos, sin harinas refinadas, sin gluten y sin lácteos. Además, son muy fáciles de hacer.
Ingredientes: cereales a elegir (en este caso, hemos utilizado copos de maíz y arroz hinchado, pero puedes elegir entre quinoa, centeno, espelta, trigo sarraceno, etc.), chocolate con 85% cacao y, opcionalmente, 1 cdta. de aceite de coco virgen extra.
Elaboración:
- Ponemos las onzas de chocolate y el aceite de coco en un bol. Lo calentamos en el microondas durante un par de minutos o en un cazo al fuego.
- Removemos bien el chocolate hasta que quede líquido y se integre con el aceite de coco.
- Añadimos los cereales escogidos, bañándolos por completo.
- Forramos otro bol con papel de horno y depositamos ahí los cereales bañados en el chocolate.
- Guardar el recipiente en el congelador, al menos, durante una hora para que queden completamente duros. Los sacamos, troceamos bien y ¡listos para comer!
Para conservarlas, lo mejor es meterlas en un bote de cristal, siempre dentro de la nevera y, sin problema, suelen durar entre una semana y diez días. Si no te las acabas antes.