Postura del árbol
De pie, con todo el cuerpo estirado. Separa los pies al ancho de tus caderas y junta las manos delante del pecho. Mira un punto fijo delante de ti. Desplaza el peso del cuerpo al pie y pierna derecha y levanta lentamente el pie izquierdo hacia arriba, deslizándolo por el interior del muslo derecho (para facilitar el equilibrio, puedes colocarlo en el interior de la pantorrilla, pero nunca en la rodilla). Junta las manos al frente y mantén durante 1 minuto (o medio) y repite con la otra pierna.
Postura del bailarín
De pie, apoya una mano en la cintura y con la otra sujeta el pie del mismo lado. Tal vez para ti ya sea mucho ahí, pero si puedes comienza a desplazar el troco levemente hacia delante siempre manteniendo el muslo paralelo al suelo. Busca el equilibrio con el brazo que queda libre. Repite con la otra pierna.
Postura del bailarín (modificada)
Si la anterior aún te resulta demasiado complicada, puedes comenzar por esta otra. Desde la postura del gato, en cuadripedia, sube una pierna manteniendo el muslo paralelo al suelo. Puedes apoyar las manos en el suelo y, si ves que puedes, agarra la pierna alzada por el tobillo con la mano (puedes hacerlo con la mano contraria para facilitar la postura). Repite con la otra pierna.
Postura de equilibrio con torsión
Pierna de delante formando un ángulo de 90 grados y la otra extendida sin apoyar el suelo. Saca el brazo por delante de la pierna flexionada, inhala y, al exhalar, gira el tronco haciendo una pequeña torsión y junta las palmas de las manos creando una acción de palanca. Cambia de lado.
Postura de equilibrio sentada
Siéntate en cuclillas y lleva una pierna estirada hacia delante y paralela al suelo. La espalda se mantiene recta y las palmas de las manos juntas para ayudarte a mantener el equilibrio.
Postura de equilibrio sobre una pierna
Levanta un pie, mientras mantienes el otro bien enraizado al suelo. Sujeta la pierna con ambas manos, la espalda recta y las escápulas bien guardadas.
Extensión de pierna o 'espagat' de pie
Asegúrate de mantener la frente pegada a la pierna y los brazos y palmas de las manos activas empujando hacia el suelo. Mientras el pie que se mantiene elevado quiere alcanzar el techo.