Ellas fueron las primeras en predicar sus benevolencias entre las ‘celebrities’ que esta primavera han puesto de moda el ‘smoothie’ o batido verde, un preparado detox a base de frutas y verduras, que se presenta como la evolución de esta famosa y controvertida dieta. La examinamos a fondo para conocer sus virtudes y defectos.
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¿En qué consiste la dieta alcalina?
La dieta alcalina se basa, fundamentalmente, en un incremento de la ingesta de los alimentos llamados mineralizantes y alcalinizantes, que ayudan a nuestro organismo a deshacerse del exceso de sustancias químicas (las cuales provocan acidez en el cuerpo). El objetivo principal para los defensores de esta dieta es alcanzar unos niveles alcalinos en nuestra sangre (o de baja acidez); alrededor del 7,4. Para ello, la dieta alcalina excluye alimentos proteicos como carnes y pescados y alimentos procesados. En su lugar, apuesta por alimentos alcalinos.
¿Cuáles son los alimentos alcalinos?
Entre los principales alimentos alcalinos se encuentran la mayoría de frutas y verduras: el limón, la manzana, el aguacate, las espinacas, el pepino, la zanahoria… Son alimentos que favorecen nuestros niveles de potasio, magnesio y de fibra.
¿Tiene la dieta alcalina algún peligro nutricional?
Es cierto que la dieta alcalina promueve el consumo de frutas y verduras, uno de los pilares fundamentales de una alimentación saludable; sin embargo, puede conllevar el déficit de otros nutrientes necesarios para una dieta completa. Una de las razones por las que médicos, nutricionistas y dietistas suelen desaconsejarla. “El problema es el enfoque de la dieta. Por supuesto que el consumo de frutas y verduras es un hábito saludable, pero no se puede radicalizar; hay que buscar el equilibrio nutricional. Teniendo en cuenta la sociedad de excesos en la que vivimos y la cantidad de sustancias dañinas para nuestro organismo, nosotros en nuestra clínica recomendamos dedicar uno o dos días a detoxificar el organismo a base de frutas y verduras, pero nunca aconsejamos excederse más de ese tiempo”, nos explica Irene Zamora Soler, nutricionista de Avanclinic.
Falsos mitos
La dieta alcalina justifica que un nivel de PH no alcalino en sangre está estrechamente relacionado con el cáncer de colon y otras patologías graves; sin embargo, no hay base científica que lo certifique.
Otra de las creencias más extendidas, sobre todo entre las famosas, es que una dieta alcalina favorece la eliminación de la grasa adiposa o celulitis. Lo único que tiene de cierto esta última afirmación es que una dieta rica en frutas y verduras nos ayudará a depurar nuestro organismo a diario, pero de forma equilibrada.
¿Y si sufrimos un problema de acidez?
Efectivamente, puede darse el caso de que nuestros niveles de acidez sean elevados. Algunos de los síntomas, por ejemplo, pueden ser digestiones pesadas, retención de líquidos, problemas en la piel, cabello débil, dificultad para perder peso… En este caso, según las recomendaciones de la nutricionista Irene Zamora Soler, sí podría indicarse una dieta que nos ayude a alcalinizar el organismo; sobre todo evitando químicos y optando por una alimentación lo más ecológica y natural. “Suele ser recomendable iniciar un tratamiento con probióticos y glutamina, un aminoácido que ayuda a la formación de las células intestinales”. Aunque lo recomendable siempre es consultar con el especialista.
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