'Decidido: me apunto al gimnasio... pero ¿cómo lo elijo?'

Si, por fin, te has animado, ¡enhorabuena!, pero toma nota de estas pequeñas recomendaciones para que tus buenos propósitos se queden 'en agua de borrajas'

Por hola.com

Está comprobado que después del verano y a comienzos de año son los dos momentos en que más crecen las matrículas en los gimnasios. Parece como si en estas épocas concretas del año se iniciara una nueva etapa durante la que la mayoría de la gente se propone como loable objetivo fundamental comenzar a hacer ejercicio. ¿Te encuentras tú en esta situación?
La pasión por el ejercicio está muy bien, pero hay que recurrir, como en tantas facetas de la vida, al sentido común, sin dejarse llevar por la publicidad milagrosa y teniendo muy claro que no es bueno hacer ejercicio sin ton ni son con el único objetivo de perder unos kilos a toda costa. Por eso, es fundamental elegir un centro que nos ofrezca todas las garantías, en el que encontrar un equipo de profesionales que nos asesore acerca de qué es lo que realmente necesitamos.

Así, además de buscar un centro que esté cerca de nuestro trabajo o de nuestra casa y que se ajuste a nuestro nivel económico, es importante tener en cuenta una serie de aspectos para dar en el clavo y, sin duda ninguna, es fundamental apostar por un centro que tenga una reputación probada. Por ello no está de más intercambiar opiniones con gente de confianza para valorar la calidad del centro al que ellos acuden. De hecho, puede ser conveniente visitar varios gimnasios antes de elegir el definitivo para conocer sus instalaciones, el material del que disponen, los horarios que tienen y todas las actividades que ofrece.

Y, sobre todo, es importantísimo contrastar la profesionalidad de los entrenadores del centro y su correcta cualificación. Son ellos los que tienen que orientarnos y ayudarnos a sacar el mayor partido a nuestras horas en el gimnasio. Y es su labor dejar claro al cliente que el gimnasio no es el milagro para adelgazar que muchos piensan: siempre tiene que haber detrás un asesoramiento médico porque la práctica de ejercicio de forma irresponsable puede ser contraproducente para nuestra salud.

 

Actividades sí, pero dentro de un orden

Una vez elegido el centro, llega el momento de que te plantees qué actividades vas a llevar a cabo. El abanico es muy amplio: gimnasia correctiva, step, spinning, aparatos, bicicleta estática, musculación, aerobic... Ahora bien, antes de apuntarte a lo primero que te apetezca, es conveniente esperar unas semanas para que averigües cuál es tu forma física. Y es que la práctica del aeróbic o el step, por ejemplo, son disciplinas muy exigentes para los principiantes, además, su práctica no es muy recomendable si sufres problemas de corazón o molestias en las rodillas, porque al ser ejercicios de impacto pueden dañar estas articulaciones.
Como norma general, antes de lanzarte a una clase, asegúrate de tener cierto nivel de entrenamiento y consulta con su monitor. Si, finalmente, te animas, en las primeras clases sigue los movimientos sólo mientras te sientas cómoda. En caso de sentirte agotada, no dudes en hacer una pausa y descansar.

Sea cual sea el ejercicio elegido, es importante seguir una pauta de entrenamiento correcta. Y es tu cuerpo el que ha de marcarla: si te resulta excesivo, disminuye la intensidad, pero no reduzcas el tiempo. A la vez, debes combinar el ejercicio cardiovascular con tonificación y estiramientos, imprescindibles para mantener el cuerpo a pleno rendimiento. Esta combinación es la idónea para atacar esos kilitos de más e intentar reducir el abdomen, uno de los grandes objetivos de mucha de la gente que decide apuntarse a un gimnasio.

Es fundamental no olvidar estas recomendaciones, sobre todo teniendo en cuenta que debes estar segura para que no te conviertas en ese 50% de personas que, a los 6 meses de apuntarse se dan de baja. ¡Lo importante es no desanimarse!