Tal vez eres una de las que decidió comprar una bici estática para hacer ejercicio en casa. ¿Pero sabes cómo sacarle partido? Vamos a intentar ayudarte. La moderación es la clave del éxito en cualquier cosa, ¡ejercicio incluido! Y si bien es verdad que la actividad aeróbica es la mejor manera de perder peso y de quemar grasa, no se trata de pasarse tres horas seguidas sobre una bici durante dos días y, harta y agotada, abandonarla para siempre jamás.
Para la bicicleta estática, al igual que para cualquier otro tipo de ejercicio, existen unas reglas que dependen no tanto de la edad como de la forma física y de los factores que en ella influyen: peso, estilo de vida, entrenamiento, antecedentes familiares, posibles enfermedades del sistema cardiovascular
En resumen, son muchos los factores que determinan la intensidad y ritmo del entrenamiento que, en general, debe ser tanto más suave cuanto menor sea el nivel de forma física del deportista, y que se irá aumentando, tanto en duración como en intensidad, a medida que progrese el entrenamiento. Para ir sobre seguro, es conveniente comenzar, aunque sea sólo en las primeras sesiones, con un monitor especializado o, al menos, consultar con su médico de cabecera.
Así, las horas y el tiempo de ejercicio que se pueden hacer al día están directamente relacionados con el estado de forma. No ha de ser igual la actividad en alguien con graves problemas de sobrepeso y sin entrenamiento que la de deportistas profesionales, claro está. Por eso es importante comenzar poco a poco, mientras se adquiere resistencia. Si nunca ha hecho ejercicio, puede iniciarse con 25 minutos de pedaleo a unas 70 revoluciones por minuto y a intensidad 1 ó 2, aumentando el tiempo y la energía según vaya sintiéndose más en forma. Después, no estará de más hacer de 30 a 40 minutos diarios, con un día intensivo a la semana, donde puede dedicar 60 minutos a la bicicleta.