María José Campanario, después de que Belén Esteban confesara que quiere llamar a Jesulín: 'Me parece bien lo que decidan entre ellos'
A la mujer del diestro le parece 'estupendo' que la colaboradora quiera dar un paso para solucionar sus problemas con él
"No sé lo que va a pasar pero cuando salga de aquí me gustaría tener una conversación con el padre de mi hija. Aquí la cabeza me ha dado mucho que pensar y creo que cuando salga debería llamarle. Lo voy a hacer", así hablaba entre lágrimas una Belén Esteban embargada por la emoción y con los sentimientos a flor de piel en el confesario de Gran Hermano VIP. Dos meses después de su entrada en la casa, parece que la colaboradora ha estado pensando mucho y quiere dar un paso para solucionar sus problemas con Jesulín de Ubrique. "La niña no tiene la culpa de nada", declaró, y añadió: "Es una tontería que se esté perdiendo todo lo de su hija".
La mujer del diestro, María José Campanario, ha sido la primera en pronunciarse al respecto y ha asegurado que ella está a favor de que acerquen posturas. "Me parece estupendamente, siempre ha habido esa libertad de levantar el teléfono y hablar. Me parece bien lo que decidan entre ellos, claro que sí", confesó durante el evento al que acudió esta semana como imagen de la conocida dieta de la alcachofa.
- María José Campanario desaparece prácticamente de la escena pública
María José está feliz y es que le sobran motivos para sonreír. Está ya en el último curso de su carrera de Odontología y, una vez terminada, podrá dejar Portugal, que es donde estudia, para regresar a España y pasar más tiempo con su marido y sus hijos. En estas últimas semanas, algunos medios publicaron que estaba pensando abrir su propio negocio, sin embargo, nada más lejos de la realidad: "Son rumores que para nada son verdad. No tengo ninguna intención de montar una clínica. Quiero hacer un máster, pero cerquita de mi casa".
Durante el evento, también aprovechó para hablar de la comentada vuelta a los ruedos de su marido, algo que no le hace especial ilusión a pesar de que siempre le apoyará en todo. "Ganas de verle no tengo. No suelo ir a la plaza, he ido muy poquitas veces y siempre cuando él me lo ha pedido expresamente. Pero si esa es su forma de decir 'no iba a poder y aquí estoy', no tengo más que aplaudirle y adorarle", aseguró.
¿Y sus hijos? Son, sin duda, su mayor orgullo. A María José se le ilumina la cara cuando habla de Julia, de doce años, y de Jesús, de ocho, aunque confiesa que están pasando por una edad complicada. "Sobre todo la de mi hija. Mi hijo es un tipo feliz, es un niño feliz desde que se levanta hasta que se acuesta, no tiene problemas con nada. Yo creo que no puedo definirlo mejor y mi hija ¿qué te voy a decir? Está en una edad complicada y yo procuro protegerla hasta donde creo que debo protegerla y dejarla volar un poquito sola hasta donde creo que tiene que aprender. Pero lo estoy pasando muy mal porque me da la sensación de que voy a tener muchos yernos. Está preciosa", bromeaba. ¿Son buenos en los estudios? Ella responde orgullosa: "Son dos niños que trabajan mucho, son muy trabajadores y muy buenos, y se me cae la baba. También a los dos les gusta mucho el deporte a los dos", concluyó además de aprovechar para elogiar a su marido: "Porque no ha querido estudiar, pero me hubiese pegado trescientas mil vueltas porque tiene una memoria que ya la quisiera yo para mí, de verdad".