La historia de la Casa de Alba
La Casa de Alba fue parte relevante de la historia de Europa durante varios siglos. En 1429, Juan II de Castilla hizo donación de la villa de Alba de Tormes al obispo Gutiérrez Álvarez de Toledo y concedió a éste, el título de Señor. Le sucedió su sobrino Fernando Álvarez de Toledo, a quien el propio Juan II nombró, en 1438, conde de Alba.
Sería, sin embargo, el hijo de éste, García Álvarez de Toledo y Carrillo, el fundador de la dinastía Alba cuando el rey Enrique IV de Castilla le otorgó el título en el año 1472, convirtiéndose en el primer duque de la historia. Una historia de siglos a través de la cual los miembros del linaje conquistaron territorios extranjeros, libraron grandes batallas, y ocuparon puestos de confianza en los Gobiernos de sus reinos. Con ellos, de hecho, quedó inaugurado el título de mayor abolengo de la nobleza española.
Posteriormente, Carlos V le concedió al ducado la grandeza de España junto a otras veinticuatro familias que también obtuvieron este privilegio. En fecha de 18 de febrero de 1954, se expidió carta de sucesión a favor de doña María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart y Silva Falcó, que se convirtió así en la XVIII Duquesa de Alba de Tormes.
Ilustre linaje
Uno de sus antepasados fue Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, III Duque de Alba, que fue virrey de Nápoles en 1556 y gobernador general de Flandes entre 1567 y 1573. La XIII duquesa de Alba, María del Pilar Teresa Cayetana de Silva y Álvarez de Toledo, se casó a los trece años con Jacobo Fitz-James Stuart, duque de Berwick, de Liria y de Veragua, emparentando así su linaje con el de otras familias nobles europeas. Famosa en su época por su belleza, pasó a la historia porque fue supuestamente retratada por el afamado pintor Francisco de Goya. El XV duque de Alba, también llamado Jacobo, emparentó la familia con el linaje de los condes de Montijo al casarse con la IX condesa de Montijo, la que fue emperatriz de Francia.
XVIII Duquesa de Alba
María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart nació el 28 de marzo de 1926 en Madrid. Es hija del XVII duque de Alba y de Berwick, don Jacobo Fitz-James Stuart y Falcó, y de doña María del Rosario Silva Gurtubay, marquesa de San Vicente del Barco. En su bautizo fue apadrinada por los Reyes de España, don Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia. Es veinte veces grande de España y con sus cuarenta y cuatro títulos nobiliarios (seis de ellos cedidos a sus hijos) es la mujer con más títulos nobiliarios de Europa.
Además de duquesa de Alba, es duquesa de Berwick, de Liria, y Jérica, de Arjona, de Híjar; condesa-duquesa de Olivares; marquesa de El Carpio, de Coria, de Eliche, de la Mota, de San Leonardo, de Sarriá, de Villanueva del Río, de Tarazona, de Villanueva del Fresno, de Barcarrota, de la Algaba, de Osera, de Moya, de Almenara, de Valdunquillo, de Mirallo, de Orani y de Castañeda; condesa de Lermos, de Lerín, condestable de Navarra, de Monterrey, de Osorno, de Miranda del Castañar, de Palma del Río, de Andrade, de Ayala, de Fuentes de Valdepero, de Gelves, de Villalba, de San Esteban de Gormaz, de Fuentidueña, de Casarrubios del Mont, de Galve, de Santa Cruz de la Sierra y Ribadeo así como vizcondesa de la Calzada.
Posee, entre otras condecoraciones, la Medalla de Oro de Madrid; la Gran Cruz de Beneficencia; la Gran Cruz de Isabel la Católica y la Gran Placa de Honor, es dama de Gran Cruz de Justicia de la Orden Constantiniana de San Jorge y Mérito de la Cruz Roja Española, de la que es Presidente Honorífico. Es también Mérito de la Real Academia Hispanoamericana de Artes, Ciencias y Letras de Cádiz; Miembro de la Hispanic Society of America, de Nueva York; Presidente de Honor de la Ópera Filarmónica; Alcaldesa Honoraria de Liria (Madrid) e Hija Adoptiva de Sevilla.
El hogar de Cayetana y el corazón de su dinastía
Construido en 1773 por orden del III duque de Berwick y III duque de Liria, Jacobo Fitz-James Stuart y Ventura Colón, el palacio de Liria ha sido el hogar de los Alba en los últimos dos siglos. Actualmente es el domicilio particular más grande de Madrid, con sus tres mil quinientos metros cuadrados, y un lugar de incalculable valor. En 1936, el 'corazón' de su dinastía sufrió los ataques de la Guerra Civil y fue bombardeado. Estuvo varios días ardiendo y quedó reducido exclusivamente a sus cuatro fachadas. Como medida de protección de la Junta de Recuperación de Patrimonio, gran parte de la colección fue sacada y guardada en la Embajada británica, el Museo del Prado y el Banco de España.
La reconstrucción la comenzó el XVII Duque, pero fue Doña Cayetana la que realizó el mayor esfuerzo. "La reconstrucción de Liria es mi obra más preciada y de la que más orgullosa me siento en cuanto a cuestiones históricas y del patrimonio de la Casa de Alba. Supongo que eso me otorgará un huequecito en la Historia, y no por las tonterías que ahora se dicen de mí", confesaba doña Cayetana en una entrevista con ¡HOLA!.
A día de hoy sigue siendo la residencia habitual de los Duques de Alba y sede de la Fundación Casa de Alba y es de los edificios arquitectónicos más importantes de Madrid, albergando una de las colecciones de arte privadas más destacada del mundo.
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