Step es el nombre de una disciplina que surgió en los 90 como variante del aerobic, que consisten en seguir una serie completa de ejercicios a ritmo de la música. Es muy completa porque se trabaja a nivel cardiovascular gracias a su implicación aeróbica pero también muscular.
De este modo, una rutina de step te ayuda a quemar grasa, ganar resistencia y a la vez tonificar el cuerpo. Aparentemente se trabajan sobre todo las piernas pero es en realidad un ejercicio muy global porque también se actúa sobre glúteos, caderas y abdomen. Mantener el core activado es vital para realizarlo de manera correcta. Tiene otros beneficios añadidos como la flexibilidad o la coordinación. Pero además de ser una disciplina con nombre propio, el aparato en sí –una plataforma que se puede regular en altura según la intensidad- es un estupendo aliado más allá de la coreografía y la música. Estos son algunos ejercicios que puedes practicar.
'Step up' con elevación
Colócate delante del step con los pies ligeramente separados y rodillas sin bloquear, la espalda alineada, los hombros bajos y hacia atrás y el core bien activo. Una vez estés cómoda con la postura, sube uno de los pies sobre el step y eleva la otra pierna hacia atrás, dejando el peso del cuerpo sobre la pierna de apoyo. Apoya el pie liberado en el suelo, baja el otro y desde la posición inicial repite con la pierna contraria. Haz varias repeticiones con ritmo.