Para aquellos que necesiten algo más que tomar el sol en la playa, mientras dormitan, disfrutan de la lectura de un libro o del sabor de su cóctel preferido, Musha Cay ofrece muchas posibilidades. Por ejemplo, un paseo en uno de los cinco barcos que dispone el resort; practicar windsurfing, esquí acuático o sumergirse en los maravillosos fondos submarinos que rodean la isla. También se pueden realizar excursiones a las islas vecinas; darse un baño en la piscina de agua dulce de Coconut Beach, situada a pocos metros del océano, donde luego se pueden estirar los músculos en el gimnasio habilitado para tal fin o solicitar un masaje reparador para completar un día de agradable relax y disfrute.
En fin, todo es posible en esta fantástica isla, donde se puede vivir una experiencia hecha a imagen y semejanza de sus mejores sueños. ¿Alguien da más?
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