Cita con la 'jet set' en Saint Tropez

Aunque en Saint Tropez sus veraneantes comienzan la jornada bastante tarde, esto no es una desventaja, todo lo contrario; si a usted le gusta madrugar, puede pasar una agradable mañana visitando el mercado de la Place aux Herbes, donde se venden frutas, verduras, flores y pescado fresco. Los sábados por la mañana también se celebra otro curioso mercadillo en la vecina Place des Lices. Desde esta placita se puede realizar un recorrido, por el camino de Sainte-Anne, que finaliza en una capilla barroca, desde la que se puede contemplar una hermosa vista del golfo y de Saint Tropez.
Y si quiere ampliar su paseo, ¿por qué no emprende un pequeño crucero por el golfo? También merece la pena visitar el cercano pueblo de Ramatuelle que, colgado sobre una colina, encierra todo el encanto de un pueblo provenzal, y donde muchos artistas han encontrado el lugar ideal para encontrar inspiración.

Para quienes echen de menos la visita a algún museo, el de la Annonciade encierra una colección de pintura de famosos pintores, entre ellos, Signac, Seurat, Luce, Bonnard, Matisse, Braque, Derain o Cross, lo que demuestra que este pueblecito pesquero ha estado siempre muy relacionado con el mundo del arte. Y si a usted le encanta la naturaleza, el Museo de las Mariposas o el parque natural Domaine du Rayol ofrece muchas posibilidades para disfrutar.
Los atractivos de Saint Tropez son muchos: arte, naturaleza, gastronomía, playas, compras, arte... Pasado y presente se fusionan y lo convierten en uno de los destinos ideales para disfrutar de unas vacaciones relajantes o, por el contrario, más ‘moviditas’ si decide sumergirse en su animada vida nocturna, en la que el glamour es el ‘santo y seña’ del lugar. ¿No se anima a comprobarlo?