Cita con la 'jet set' en Saint Tropez

Si uno no está interesado en la caza del famoso pero es un auténtico fashion victim, “Saint-Trop” –como se le llama allí- es también su sitio. ¿Dónde, si no, pueden verse bolsas de playa de Louis Vuitton, chanclas de Prada, gafas de sol de Christian Dior, un top de Gaultier, y unas alpargatas de Chanel? Así, sentarse en el puerto, junto a esos barcos cuya proa ni siquiera se divisa, es como asistir a un desfile de Fendi, Dolce & Gabanna o cualquier otra marca.
Por eso no es casualidad que Bernard Arnault y Francois Pinault, los dos colosos de la moda francesa; o miembros de la realeza europea, como los Reyes de Suecia, pasen aquí sus vacaciones de verano. Ni que cualquier fin de semana se dejen caer por allí Donatella Versace, John Galliano o Giorgio Armani.

El horario, cómodo y muy adecuado para personas estresadas: nunca levantarse antes de la una del mediodía, pasar la tarde en la playa, vuelta al hotel para arreglarse (de marca, claro), salir a cenar, y bailar hasta las seis de la mañana. Los interesados tienen a su disposición infinidad de hoteles, aunque si quieren vivir la experiencia de casi rozar a uno de esos mitos lo tendrán más fácil si se alojan en alguno de los más caros.